Las reservas del Banco Central cerraron este viernes en 54.098 millones de dólares, al registrar una caída de 1943 millones de dólares. En la semana, la sangría alcanzó los 4169 millones. El derrumbe de las reservas se aceleró este último mes, al acumular un retroceso de 12.211 millones. Desde mitad de julio, cuando ingresó el último desembolso del FMI, la caída suma 14.663 millones. 

El retroceso de las reservas este viernes se explicó por tres motivos. El primero fue la intervención del Central en el mercado cambiario para intentar contener el incremento del tipo de cambio. Se vendieron 378 millones de dólares. La subasta de reservas acumula 2047 millones de dólares desde las elecciones y por ahora no fue efectiva.

El precio del dólar minorista cerró la semana en 62,04 pesos . Este fue el valor de la divisa hasta el final de las operaciones bancarias. Pasada la hora de cierre, las plataformas online de bancos que venden divisas subieron la cotización hasta los 65 pesos. 

Giro de utilidades

La autoridad monetaria implementó una medida con impacto para los bancos. Les limitó la capacidad de girar utilidades a sus casas matrices. Se trata de una primera medida para administrar el flujo de divisas de ingreso y salida de la economía. En el mercado indican que las entidades bancarias habían comenzado a dolarizar parte de las ganancias contables de las inversiones en Leliq  para fugarlas del país.

La normativa del Banco Central genera un primer antecedente para los inversores de la necesidad de limitar la salida de divisas para frenar el derrumbe de las reservas. La respuesta del mercado fue acelerar la fuga. Este viernes a última hora el precio del dólar implícito en los bonos (por las operaciones de contado con liquidación) subió hasta 66 pesos.

En tanto, los depósitos en dólares son un segundo motivo para explicar la fuerte caída de reservas. Analistas del mercado financiero le mencionaron a este diario que la salida de las cajas de ahorro se ubicó ayer en torno de los 1000 millones de dólares. El jueves habría sido superior a los 600 millones.

Los datos oficiales del Banco Central llegan hasta el martes de 27 de agosto. Los depósitos sumaban a esa fecha unos 28.990 millones de dólares. Eso implicó una merma de 155 millones contra la jornada previa y de 3510 millones de dólares contra el viernes previo a las elecciones. Las expectativas de ahorristas son más fuertes que cualquier fundamento económico. No importa si los bancos tiene o no dólares suficientes para responder a la demanda de divisas de los clientes. Ante la incertidumbre opta por el retiro.

Letes

La intervención del Banco Central para intentar contener el tipo de cambio y la merma de dólares en caja de ahorro no fueron los únicos motivos de la caída de las reservas. El tercer factor fue el pago de letras de corto plazo tipo Letes. La estimación del mercado es que se desembolsaron entre 300 y 400 millones de dólares.

El vencimiento de esta semana era de 1600 millones y la renovación fue cero. El Ministerio de Hacienda para evitar mayores pérdidas de reservas decidió no pagar el 85 por ciento de los vencimientos de las letras en manos de acreedores institucionales. La situación generó fuerte impacto en los mercados. Por un lado aceleró la corrida de activos con fuertes caídas tanto en bonos como en acciones. Pero lo que genera más preocupación es que fue la gota que rebalsó el vaso e impulsó el desarme de inversiones en pesos.

El próximo lunes empieza un nuevo mes y se esperan fuertes tensiones en el mercado. Desde el Central dejaron trascender que a partir de la semana que viene podría modificarse el mecanismo de intervención en el mercado cambiario. En lugar de hacer ventas a partir de subastas cercanas a los 200 millones de dólares se pondría un bloque cercano a 5000 millones de dólares para cubrir toda la demanda a un precio determinado.

Esta estrategia se usó el año pasado en medio de la corrida y no terminó dando resultados. La medida –si se confirmara este lunes- podría aumentar la inestabilidad financiera. La autoridad monetaria en medio de esta incertidumbre estaría rematando las reservas internacionales y no dejaría recursos líquidos para la próxima gestión.