“No me sorprende que no venga, porque nunca vino en el Día de la Industria”, sentenció este lunes el directivo de la Unión Industrial y CEO de Celulosa, José Urtubey, confirmando horas antes la ausencia de Mauricio Macri al acto que se desarrolló en la entidad. En su lugar envió al ministro de Producción, Dante Sica, un hombre con quien los popes industriales fueron un poco más benevolentes. 

“Tuvimos que recurrir a medias incómodas para nuestro programa de acción pero eran necesarias para dar calma y estabilidad en este periodo preelectoral hasta el 27 de octubre”, les dijo el ministro y ex consultor industrial sobre la aplicación del cepo cambiario. 

El presidente de la UIA, Miguel Acevedo, no quiso confrontar y esbozó un discurso lleno de generalidades, aunque dejó en claro una sola cosa: “para reiniciar el crecimiento argentino, el país no tiene que discutir entre dos modelos de país, sino acordar un modelo de país”. El directivo se mostró así cercano a la postura de un diálogo social.

La invitación a la prensa para el evento fue el 23 de agosto, una semana después de las PASO. A diferencia de otros años, reflejo de la situación del sector, los festejos por el Día de la Industria fueron más que austeros. De alquilar Parque Norte o el Sheraton optaron por hacer una breve conferencia al mediodía que solo tenía contemplado un discurso de Macri y otro del titular de la UIA. Nada más. “Invitado está, hay que ver si esta vez viene”, le dijeron a este diario desde la organización sobre la presencia del Presidente. A la mañana del primer día de vigencia del cepo cambiario ya se confirmó que no iría, otra vez, al acto en la entidad fabril.

Sus diferencias con la visión de la UIA fueron públicas, pese a que tuvo apoyo de esta institución. Para Macri el “verdadero empresariado” está en IDEA, la think tank de lo más concentrado de la economía argentina, a donde sí acude en cada coloquio anual. Es por eso que el faltazo molestó por partida doble en la entidad fabril. El otro motivo de enojo es la destrucción de buena parte del entramado industrial. “La gestión es mala, mala. Es pésima. Los números son claros, estamos siete puntos por debajo de los niveles de 2015 y desde entonces se perdieron 200 mil puestos de trabajo en el sector”, advertía Urtubey antes de la llegada del ministro de Producción.

“Tenemos la responsabilidad primero de mantener la gobernabilidad y que el proceso electoral se dé en las mejores condiciones posibles”, les dijo Sica a los presentes en el salón que la entidad tiene en el fondo del edificio. “Con el cambio de condiciones que hubo tras las elecciones, entramos en una economía que volvió a perder el crédito. El riesgo país fue muy alto, el tipo de cambio impactó en los precios, y eso llevó a tomar medidas que fueron incómodas para lo que estábamos planteando”, dijo el funcionario. El ministro buscó disculparse por la implementación del cepo, pero no era lo que molestaba a la mayoría de los empresarios, sino los motivos por los cuales se llegó a él y la falta de un plan para poder salir de esa situación.

“En estos momentos de nuestro país es imprescindible que la dirigencia política encuentre los consensos básicos para que la unidad sea una realidad”, dijo en su discurso Acevedo, titular de Aceitera General Deheza, una de las empresas a las que ahora el gobierno volvió a obligar a liquidar sus exportaciones en cinco días. “Espero que cumpla su palabra el Presidente de que va a haber mayores niveles de consenso. No pueden ser más medidas aisladas y sin consultar”, insistió Urtubey, una de las pocas voces que tomaron distancia del apoyo que la entidad le dio a Macri al comienzo de su gestión. Por su parte, Cristiano Rattazzi, titular de FIAT, se mantuvo acrítico. “No me afectan las medidas porque hace bastante que no remitimos utilidades”, aseguró Rattazzi, sin aclarar el motivo de esa situación siendo titular de la filial de una multinacional, a la que de tener ganancias debería haber remitido una parte.

“Algunas cosas se hicieron muy bien. Hubo cambios en materia institucional. Y se salió del default, que era importante”, dijo Rattazzi sobre el gobierno macrista, aunque luego reconoció que la inflación es un problema que le preocupa, al igual que un riesgo país “que acá volvió a superar los 200 puntos”. “Se necesita volver a crecer y para eso hay que trabajar en cuestiones fiscales, de logística, laborales, de política exportadora y comercio exterior. Estas (por el cepo) son medidas financieras para generar una calma cambiaria”, afirmó el titular de la Copal y representante ante la OIT de la UIA, Daniel Funes de Rioja. El titular de la cámara de empresas alimenticias aseguró que la devaluación de agosto “obviamente va a impactar en la inflación y lo de IVA (eliminación en algunos productos) solo puede compensar una parte de esa suba”. Respecto de los anuncios del domingo se limitó a decir que “el simple hecho de que se anuncien en un fin de semana muestra la crisis en que está el país”.

Al término del encuentro, referentes de la UIA repartieron un documento titulado Propuestas Productivas: Una plataforma para generar y exportar valor al mundo. “El mensaje central del trabajo es contar con una economía que fomente la agregación de valor para generar más divisas que permitan potenciar el crecimiento económico, generar más y mejor empleo, y mejorar el bienes de la población”, señala el documento con “más de 150 propuestas que fueron elaborados por los diversos departamentos técnicos de la Unión Industrial”.