Página 12 en Gran Bretaña

Desde Londres 

El primer ministro Boris Johnson sufrió una dura derrota parlamentaria que aleja la posibilidad de una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo. En respuesta al resultado de la moción que le da al parlamento el manejo de la agenda legislativa, Johnson indicó que buscará convocar a elecciones anticipadas. “No quiero una elección. Este país no la necesita. El líder de la oposición sí la quiere. Pero si la Cámara vota ahora a favor de un proyecto de ley para evitar el Brexit, presentaré una moción para que haya una elección anticipada”, dijo Johnson.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn (foto), toreó la oferta con contundente elegancia como parte del acuerdo a que había llegado con el resto de la oposición y los conservadores disidentes. “Primero aprobaremos este proyecto de ley que impedirá la salida de la Unión Europea sin acuerdo. Luego tendremos una elección general”, dijo Corbyn.

El líder laborista tiene la sartén por el mango. La convocatoria a una elección anticipada requiere la aprobación de dos terceras partes de la Cámara de los Comunes. Anoche quedó claro que no hay ninguna chance de que Johnson se acerque a ese número sin los votos del laborismo.

El resultado fue celebrado por una multitud afuera de la Cámara de los Comunes con pancartas de “Stop the Coup” (paren el golpe) y banderas de la Unión Europea. La derrota del gobierno fue suficientemente amplia (328 a 301) como para vaticinar que se repetirá cuando la Cámara de los Comunes vote el proyecto de ley que sería un golpe definitivo para el plan de Johnson de salir de la UE el 31 de octubre con o sin acuerdo.
La jornada tuvo todos los condimentos imaginables, hasta el teatral cambio de partido de un diputado que privó a Johnson de su exigua mayoría parlamentaria en pleno debate. Mientras el primer ministro profería una de las tantas amenazas que blandió esta semana contra los diputados disidentes, el Conservador Phillipe Lee (foto) “crossed the floor”, es decir, a la vista de todo el mundo, como en un reality show, cruzó de la bancada Tory a la de uno de los partidos de la oposición, los Liberal Demócratas, en disconformidad con la política que está llevando adelante Johnson desde que asumió a fines de julio. “No puedo creer en lo que se ha convertido el Partido Conservador, el rol que está cumpliendo en profundizar la división, en despilfarrar una reputación de seriedad y en la total ceguera con que está conduciendo al país”, explicó Lee en un comunicado. 

El primer ministro llenó su gabinete de los más intransigentes pro-Brexit, suspendió el parlamento del 10 de septiembre hasta mediados de octubre y amenazó a los diputados que se aliaran con la oposición con expulsarlos del partido. En el debate parlamentario usó un vocabulario bélico poco recomendable en la etiqueta política británica para acusar a Corbyn de virtual colaboracionismo. “Estamos haciendo progresos en las negociaciones con la Unión Europea. Pero si se vota esta ley nos ata las manos. Esto me forzaría a ir a Bruselas a pedir una extensión y a aceptar lo que me ofrecen. Esto es Jeremy Corbyn levantando la bandera blanca. Es lo que quiere. Rendirse (…surrender…) y que no haya Brexit”, dijo Johnson. “Surrender” es una palabra cargada con toda la historia de la segunda guerra mundial. “We shall never surrender”, dijo Winston Churchill en un histórico discurso el 4 de junio de 1940 ante la posible invasión nazi. Equipar la actual situación con la de la segunda guerra mundial, a la UE con el nazismo, al líder de la oposición con un virtual colaborador y a los diputados disidentes de su bancada con traidores, ha sido una de las tácticas de Johnson que, lejos de dar resultado, terminaron consolidando y ampliando la alianza de la oposición y los conservadores. El tiro le salió por la culata. En caso de que el proyecto de ley de la oposición sea aprobado por los Comunes este miércoles, pasará a la Cámara de los Lores el jueves. Normalmente los lores tienen un tiempo ilimitado para los debates, pero en un verdadero toque maestro, la oposición coordinó con la líder de los lores, la Laborista Angela Smith, para que la votación se realice el viernes por la tarde a más tardar. En caso de que voten a favor, habría suficiente tiempo antes de la suspensión del parlamento la semana próxima para que la Reina rubrique la ley con el Asentimiento Real. 

Si Johnson no saca algún conejo de la galera para impedir que el proyecto de ley se apruebe, no le quedará más remedio que pedir a Bruselas una extensión del plazo para la salida de la Unión Europea hasta el 31 de enero de 2020. En este contexto es inevitable la convocatoria a elecciones que, según anticipó el mismo Johnson, podría ser el 14 de octubre.

En el promedio de las encuestas los conservadores tienen hoy un 33% de los votos, el laborismo un 25% y los liberal demócratas un 18%. Pero la situación es muy fluida, la mayoría de los sondeos son previos al anuncio de la suspensión del parlamento y, de todas maneras, ya nadie confía en los encuestadores, menos en un sistema electoral no proporcional como el británico en el que no importa la cantidad de votos tanto como el número de escaños que se obtienen. En caso de que haya elección, habrá que ver si Johnson gana esa apuesta o si es la última que hace.