“Decidimos poner un límite a la volatilidad en el mercado de cambio con el objetivo final de proteger la estabilidad, especialmente a los ahorristas”, aseguró este miércoles el presidente Mauricio Macri al justificar el cepo cambiario que el gobierno anunció el domingo pasado. El mandatario hizo campaña en 2015 prometiendo que iba a eliminar las restricciones vigentes para el acceso al mercado de cambios, las eliminó cuando asumió, pero en la recta final de su mandato volvió a introducir controles, viéndose forzado a defender una medida que había criticado con dureza. “Ustedes saben que son medidas que no nos gustan y que solo se justifican en la emergencia y durante un tiempo limitado, pero fueron implementadas para evitar daños mayores. Fueron diseñadas para ser lo menos invasivas posibles y para que no afecten a los ciudadanos de a pie, especialmente a los de ingresos medios y bajos”, agregó a lo largo de un breve discurso que fue recibido con frialdad en la IV Jornada de la Asociación Empresaria Argentina.

Macri también justificó el default de la deuda de corto plazo que anunció su flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, el miércoles de la semana pasada. “La primera medida que tomó fue la extensión de plazo de la deuda para aliviar en el corto, mediano y largo plazo la carga financiera, siempre pensando en cómo reducir la volatilidad que tanto nos daña”, aseguró el presidente. A diferencia de lo que sostuvo Macri, aquel anuncio no redujo la volatilidad sino que la agudizó, situación que terminó forzando a introducir el cepo cambiario a partir de este lunes para evitar un descalabro mayor. En el mercado no salen de su asombro por la improvisación que revelaron aquellas acciones ya que si se hubiera avanzado primero con el control de capitales no hubiera sido necesario defaultear la deuda en pesos para evitar que esos billetes fueran al dólar.

Cuando era candidato presidencial, Macri denostaba el cepo cambiario cada vez que podía y convirtió su eliminación en una bandera de gestión que terminó bajando el fin de semana. “Buscamos cuidar sobre todo el ahorro de la clase media que es la que siempre pone el hombro y siente que su esfuerzo nunca es retribuido como se merece y también porque sabemos que ese ahorro significa mucho y es la tranquilidad a futuro de ellos y de sus familias. Con estas medidas estamos resguardando ese esfuerzo”, insistió.

El presidente recordó también los objetivos que se había puesto al asumir: “Ustedes conocen muy bien los objetivos que me planteé al asumir la presidencia. Primero resolver los desequilibrios macroeconómicos como el déficit comercial, fiscal, el de la cuenta corriente, la inflación, porque esos desequilibrios son la base del problema”, subrayó. En el auditorio los empresarios lo miraban con asombro porque cuatro años después, el déficit fiscal y de cuenta corriente continúan, la inflación se aceleró y el déficit comercial se eliminó, pero a costa de una megadevaluación que sumergió a la Argentina en una profunda crisis.

“Vaca Muerta hoy es una realidad que nos coloca de nuevo en el camino de ser un exportador importante de energía en el mundo. Necesitamos para consolidar ese desarrollo, buenas regulaciones y especialmente leyes que den de nuevo previsibilidad”, sostuvo también el presidente. La afirmación llamó la atención de los presentes porque fue el propio Macri quien el mes pasado congeló el precio del crudo a través de un decreto de necesidad y urgencia repudiado por la industria. Por último, el mandatario prometió que lo mejor está por venir si lo reeligen. “Si dimos tantos pasos hacia adelante cuando nadie creía que podíamos hacerlo, ¿Cómo no vamos a poder ahora? ¿Cómo no vamos a avanzar hacia la Argentina que nos merecemos?”.