Desde Roma

Crear corredores humanitarios de la Unión Europea para los migrantes que escapan de sus países y crear planes de integración, serán dos de los objetivos en materia de migrantes que perseguirá el nuevo gobierno italiano, según dijo el primer ministro Giuseppe Conte en su discurso de este lunes ante la Cámara de Diputados. El tema migrantes fue uno de los puntos que el primer ministro citó al presentarse el lunes por la mañana para el voto de confianza en la Cámara de Diputados. Sin ese voto y sin el voto que el martes deberá emitir el Senado, el gobierno no podrá ejercer sus funciones.

En la Cámara, luego de varias horas de debate, el gobierno “Conte bis” obtuvo 343 votos a favor contra 263 contrarios. Fruto de la alianza entre el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el Partido Democrático (PD, centroizquierda), el nuevo gobierno ha sido bautizado “Conte bis”, porque Conte fue también primer ministro de la alianza precedente entre el M5S y la ultraderechista Liga cuyo líder, el ex ministro del Interior Matteo Salvini fue quien que provocó su caída.

Conte hablaba en el Parlamento mientras la ultraderecha de La Liga y de Fratelli d’Italia hacían una manifestación frente al Parlamento para insistir en la necesidad de elecciones y criticar al nuevo gobierno, entre otras cosas porque, dicen, quiere sólo conservar sus lugares en el Parlamento. Los manifestantes a veces cantaban el himno nacional, pero también consignas como “Duce, Duce” (en alusión a Benito Mussolini) y otras más agresivas como “Conte andate a la m...”.

Otros punto que destacó Conte en su discurso fue la necesidad de reformar la ley sobre la adquisición de la ciudadanía italiana de parte de los descendientes de italianos que viven en el exterior, en parte para remover algunas discriminaciones existentes, en parte para introducir nuevos criterios, explicó. En materia de política exterior, subrayó la pertenencia de Italia a la Unión Europea y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) pero también las relaciones fundamentales con Estados Unidos. Asimismo dijo que su gobierno se compromete a promover algunas reformas económicas, monetarias y bancarias en la UE (Unión Europea). Hay que potenciar la lucha contra las mafias así como la lucha contra la evasión fiscal, previendo incluso la cárcel para los grande evasores, indicó. También habló de reformar la justicia y el sistema electoral y de reducir el número de parlamentarios, un objetivo que el M5S persigue desde hace tiempo. Sobre las tasas o impuestos, habló de disminuirlos. “Todos deben pagarlos pero pagar menos”, indicó.

Optimismo frente al nuevo gobierno

La politóloga Emiliana De Blasio, profesora de la Universidad Luiss “Guido Carli” de Roma, conversando con un grupo de periodistas dio un pantallazo de la situación actual del nuevo gobierno y sus posibilidades de sobrevivencia. “El nuevo gobierno conseguirá un voto a favor más amplio en la Cámara y un poco más reducido en el Senado, Pero creo que conseguirá el número de votos necesario para la confianza. Hay voces negativas pero son los parlamentarios que han decidido irse del M5S”, dijo, aludiendo a los exponentes del M5S que al romperse la alianza con Salvini decidieron pasarse a la Liga.

Según la analista, otro punto que este gobierno tratará de tener bajo control es la “crisis de la democracia representativa”. Y esto quedó claro, entre otras cosas porque en cuatro de los 29 puntos del programa de gobierno, “se habla de moderar el lenguaje”, cosa que hace tácita alusión a los videos con frases, a veces muy agresivas, que el ex ministro Salvini difundía en las redes sociales. Salvini, líder de la ultraderecha Liga, “está en una gran crisis, en grandes dificultades” después de haber provocado la caída del gobierno sin lograr que se fuera a elecciones como él pretendía. Según De Blasio, Salvini ha creado problemas incluso dentro del propio partido, provocando las críticas, entre otros, de viejos dirigentes como Roberto Maroni, ex presidente de la Región Lombardía y dirigente de la Liga Norte (ahora llamado La Liga).

Y en cuanto a los puntos más difíciles que deberá afrontar el nuevo gobierno, De Blasio precisó que uno será seguramente la inmigración, ya que Italia quiere cambiar el “acuerdo Dublin III“ sobre las migraciones que la Unión Europea firmó en 2013. La idea es, entre otras cosas, rever las obligaciones de los países que reciben migrantes del Mediterráneo - Italia y Grecia en primer lugar, y España - porque el mundo ha cambiado. “El trabajo de Salvini sobre los migrantes - es decir los dos durísimos decretos seguridad que, entre otras cosas condenan a las organizaciones que salvan náufragos en el mar- deberán ser discutidos nuevamente además de establecer o renegociar los acuerdos bilaterales con los países africanos”, concluyó De Blasio, dado que según los países europeos esos acuerdos ayudarían a controlar las migraciones.