En Rosario, luego de presentarse ante las cámaras del Canal 3 mientras un movilero hacía una salida en vivo, un joven de 26 años denunció haber sido secuestrado por policías que lo sometieron a apremios ilegales y lo obligaron a robar. Frente a la situación, la primera reacción de la justicia fue la del fiscal de Flagrancia César Cabrera, quien ordenó la inmediata detención del denunciante, José Luis Zarvansky, quien fue aprehendido casi de inmediato por personal de la comisaría décimoquinta. Con posterioridad, luego de la intervención de organismos de derechos humanos, el joven fue dejado en libertad sin cargos en su contra. “Lo que sabemos es que el joven tenía signos de lesiones recientes y anteriores, en especial la fractura del pie derecho, ocurrida según parece en el momento de la detención”, le dijo a Página/12 la abogada Julia Giordano, de la APDH de Rosario. “Lo que corresponde ahora es investigar a fondo lo denunciado por Zarvansky”, señaló Giordano.

“Sorprendió la decisión del fiscal Cabrera de ordenar la detención del joven, en lugar de tomarle declaración sobre la denuncia pública que hizo, aunque no tenemos información sobre los fundamentos de esa medida” de la fiscalía. Los peritos del Poder Judicial confirmaron la presencia de lesiones, recientes y antiguas en el cuerpo del joven, y señalaron que no se trataba de heridas autoinfligidas. “Estuvimos acompañando al joven con otras organizaciones, cuando se produjo su detención, a través de su familia, y ahora estamos buscando comunicarnos con él para acompañarlo en sus denuncias, pero hasta ahora no pudimos hacerlo. De todas maneras, por ser una denuncia que se hizo pública, deberían haber intervenido ya, de oficio, los fiscales de la Unidad Especial de Violencia y Corrupción Institucional”.

Luego de ser detenido por orden del fiscal Cabrera, el joven fue asistido por un defensor oficial y quedó en libertad. La denuncia de Zarvansky fue realizada el viernes pasado, durante una transmisión en vivo del programa “De 12 a 14” del Canal 3 de Rosario. El joven relató que el día anterior, a las 18, fue retenido por tres policías cuando iba en su moto, con la excusa de que no llevaba consigo los documentos del vehículo. Luego lo subieron a un automóvil Fiesta Titanium de color gris, donde fue golpeado y amenazado de muerte, hasta obligarlo a robar en “varios objetivos” señalados por los uniformados.

De acuerdo con sus dichos, hasta le proporcionaron un arma, sin munición, para que pudiera cometer los robos. El joven mostró ante las cámaras marcas que tenía en sus muñecas y piernas producto de las esposas que lo inmovilizaban para el traslado de un lugar a otro. Precisó incluso que le pusieron una bolsa de plástico cubriéndole la cabeza, el típico “submarino seco” que le aplicaban a los detenidos-desaparecidos durante la dictadura militar. A poco de terminado su relato, fue detenido por orden del fiscal Cabrera. Lo liberaron luego del apoyo brindado a la familia del joven por la APDH de Rosario, la Multisectorial contra la Violencia Institucional y el Movimiento Evita.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), delegación Rosario, dijo en un comunicado que no solo reclamaba la liberación del joven, que ya se concretó, sino la necesidad de que "se le dé protección tanto a él como a su familia". La entidad subrayó que prácticas como las denunciadas por Zarvansky "son sistemáticas, no debemos olvidar el caso de Luciano Arruga, joven de los barrios populares de Buenos Aires, quien ante la negativa de salir a robar en zonas liberadas por pedido expreso de la policía bonaerense" fue torturado y estuvo desaparecido, hasta que apareció muerto en circunstancia que todavía no fueron debidamente esclarecidas. 

Las organizaciones mencionadas solicitaron a las autoridades judiciales que realicen "una profunda investigación" sobre lo denunciado por el joven, mientras que desde fuentes policiales y del gobierno provincial, se manifestaron, a través de algunos medios periodísticos, dudas acerca de la veracidad del relato de Zarvansky, a pesar de que los informes periciales dan cuenta de la existencia real de lesiones compatibes con el tenor de la denuncia realizada en vivo y en directo.