Como maldición que se reitera los domingos , últimamente sucede que la nota que se piensa escribir resulta inficionada por noticias, propuestas u operaciones (o todo eso a la vez) que enturbian lo pensado y perturban lo previsto. Así sucedió con la planeada continuidad de las ideas sobre Educación –debate fundacional de la nueva Argentina que millones de compatriotas esperamos inaugurar el 10 de diciembre–, asunto que debió dejar paso a la malhadada propuesta de dolarizar de una vez por todas la economía argentina, por vía de eliminar el Peso como moneda nacional para ser sustituido por el Dólar estadounidense, que pasaría abiertamente a ser la nueva moneda nacional argentina.

Así debatieron l@s soci@s:

Rifar la soberanía
Parece impensado escuchar la noticia del decreto para "importar basura"; ahora, la dolarización que, como muy bien recuerda Mempo, fue una idea que se instaló durante el menemismo y cuyo autor intelectual fue el diabólico Domingo Felipe Cavallo. Parece mentira como esta gente, que integra este grupo que se suele denominar "el establishment" o "poder económico real", adora lo externo y no duda en rifar todo lo que significa Soberanía Nacional. Insisto, la oligarquía vernácula siempre ha operado de este modo. Deberemos estar muy atentos a este accionar. Un impensable y fatídico día nos levantaremos con la noticia de que Argentina se ha transformado en una colonia.
Pelaka50

Peso en oro
En mi humilde opinión, lo que debe hacerse en la Argentina, como en los demás países de la región, en términos económicos y financieros, no es una dolarización, sino una desdolarización, porque en realidad la moneda de Argentina es y siempre ha sido el dólar. La moneda dicha "nacional" es una ficción que sirve únicamente para mantener bajos los salarios, a través de sucesivas devaluaciones (...) Las clases media y alta argentinas piensan sus fortunas, sus riquezas, en dólares, no en pesos; los argentinos que viajan al exterior, a Europa por ejemplo, no llevan sus pesos argentinos a esos territorios, porque allí no sirven para nada, ni para cambiarse. Quiero comprar una casa en Argentina? Dólares. Quiero saber cuánto vale el peso argentino? Pensar dólares. Etc, etc, etc... La Argentina podría, como Irán, Rusia y China, mantener sus reservas en oro, no en dólares. Eso sería el primer paso hacia una verdadera desdolarización, en mi humilde opinión.
BillyG

Están en una fase de debilidad política muy grande como para imponernos esa esclavitud económica que luego devendrá en esclavitud política y cultural. Pero hay que estar alertas, porque estos, como cuenta Aristóteles en La Política acerca de los Patricios de su época, que odiaban la restringida democracia ateniense, sabemos que son ENEMIGOS JURADOS DEL PUEBLO ARGENTINO. 
Betagoras345

Pensar en verde
He escuchado muchas veces ya el "si ya vemos todo en dólares, por qué no eliminar el peso y listo, ya no habría mas inflación"; análisis simplista que no tiene en cuenta que significaría prescindir de soberanía monetaria. Habría que aprender un poco de Ellos, que dan la lucha cultural sin ningún problema incluso estando en retirada. De este lado, pensamos que hay que esconder ciertas ideas como la reforma agraria o una nueva junta nacional de granos. ...O nunca reivindicamos el papel que tuvieron las cuasi monedas durante la crisis de principio del siglo, que permitió que las provincias recuperaran el nivel de consumo y no se profundizara la recesión. Las provincias, en ese momento, ejercieron una suerte de soberanía monetaria con monedas inconvertibles (como lo hicieron los países europeos después de la segunda guerra mundial del siglo XX), dinamizando el mercado interno, creciendo para adentro. Del otro lado, podemos poner un ejemplo de país sin soberanía monetaria como es Grecia, con un PBI muchísimo menor al de Alemania y Francia, comparte moneda con ellas. Hace 10 años están en una crisis permanente de la cuál casi no tienen instrumentos para salir.
Arieldm

Garantía constitucional
Como sea y retomando la idea de Mempo, que "todos los asuntos que afectan a la soberanía y al bienestar del pueblo argentino están estrechamente interrelacionados", es imperioso que la Constitución Nacional les preserve, poniéndoles a salvo de cualquier delirio presidencial (con o sin apoyo del Congreso). En un marco global en el que los capitales financieros y su cuartel general en EE.UU consideran que el mundo les pertenece, todo puede suceder, desde la quema del Amazonas, hasta la compra de Groenlandia, pasando por la nueva carrera armamentista y la re-conquista de países por medio de guerras no-convencionales. Los países que no tienen la conciencia cívica necesaria ni los instrumentos legales para evitar la penetración y manipulación ideológico-cultural como antesala de la "toma hostil" por parte del poder fáctico transnacional, están condenados a la esclavitud.
Pareciera que nosotros estamos a mitad de camino... ¿tomaremos nuevo impulso a partir del 2020?
Nutria  

Lecturas recomendadas:
Temas como "la dolarización" o "la reforma agraria" no son más que fuegos de artificio. La Argentina requiere tomar medidas urgentes para terminar con el sistema de la economía EN NEGRO. Para que no siga sucediendo que un tercio del PBI se mueva en las sombras. Por ejemplo: por intermedio del sistema de bancos estatales y provinciales deberían implementarse instrumentos similares a la tarjeta SUBE, de uso obligatorio para cancelar (pagar) todo tipo de operaciones comerciales, laborales, profesionales, etc... De esa manera se terminaría con varias plagas: empresas y particulares que no pagan impuestos, evasión de aportes previsionales, personas que no declaran sus bienes, fondos que provienen de la corrupción, el narcotráfico, la evasión y el robo en sus distintas expresiones. El libro que más abre los ojos sobre este tema (hasta casi hacerlos salir de las órbitas) es Dark Commerce. How a New Illicit Economy Is Threatening Our Future (El comercio oscuro: cómo una nueva economía ilícita amenaza nuestro futuro), de Louise Shelley, una profesora de la Universidad George Mason y sin duda la decana de los estudios ilícitos, si tal disciplina existe. Y si no, claramente debería existir. A los lectores que todavía no conozcan uno de los libros clásicos sobre este tema, como por ejemplo McMafia de Misha Glenny o Ilícito de Moisés Naím (de estos dos últimos libros hay traducción al castellano) o cualquiera de los anteriores libros de Shelley, podría resultarles sorprendente enterarse de lo profunda y extensa que es la ilegalidad económica contemporánea. 
Diablo