El cuñado de Jonatan Sagardoy, asesinado el 31 de agosto último en Villa Ballester tras ser confundido con un ladrón, encontró una bala en la caja de la camioneta de la víctima que se presume no fue hallada en su momento por los peritos que revisaron el vehículo. Se trata del primer proyectil que ahora queda secuestrado en el marco de la causa, ya que la bala que mató a Sagardoy y que supuestamente había quedado alojada dentro de su cuerpo, no pudo ser extraída en el hospital donde atendieron en la víctima ni fue recuperada luego en autopsia.

El hallazgo de la bala se produjo este martes, cuando Oscar Olivieri, cuñado de Sagardoy, revisó a fondo la caja de la camioneta Peugeot Partner de su cuñado, que ya le había sido entregada a la familia después de las pericias.

“Me puse a buscar a fondo, corrí los asientos y encontré la bala en el piso de chapa de la camioneta, junto a algunos fragmentos de vidrio de la luneta. Yo sabía que no podía ser que no apareciera la bala, pensé que estaría entre la ropa y las cosas que había y la encontré”, contó Olivieri, quien de inmediato se comunicó con la Policía y la fiscalía para que vayan a secuestrar el proyectil.

Esta bala es la primera que quedará incautada en el expediente que tiene a su cargo el fiscal de San Martín a cargo de la investigación, Fabricio Iovine. Aunque en la historia clínica del Hospital Eva Perón, donde Sagardoy fue atendido, figuraba que el paciente tenía el proyectil alojado en el cuerpo, cuando el cadáver fue sometido a la autopsia, los forenses no lo hallaron.