Rodrigo Rato, ex vicepresidente español y ex director del Fondo Monetario Internacional, fue condenado a cuatro años y medio de prisión en el marco de un caso de fraude que golpeó a la cúpula de las entidades financieras Caja Madrid y Bankia.

Rato estuvo al frente del FMI entre 2004 y 2007 y protagonizó fuertes cruces con el gobierno de Néstor Kirchner, especialmente luego de que el entonces mandatario argentino decidiera en 2006 pagar de contado la deuda del país con el organismo para evitar la imposición de políticas de ajuste.

Tras su renuncia al Fondo en 2007, asumió en 2009 la presidencia de Caja Madrid por deseo del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el hombre al que José María Aznar eligió en 2003 como sucesor tras las negativas de Rato. La Caja de Madrid derivó después en Bankia, entidad que estuvo en el origen de la crisis financiera que obligó al Gobierno español a pedir a Bruselas un rescate millonario para los bancos.

Hoy la Audiencia Nacional española condenó a Rato por un delito continuado de apropiación indebida, al entender que se benefició de unas tarjetas de crédito que ocultaban los gastos al fisco. Otras 64 personas fueron condenadas. Las penas más altas son para Rato y para el banquero Miguel Blesa, que lo precedió en la presidencia de Caja Madrid.

El tribunal consideró que fue Blesa quien impulsó las llamadas “tarjetas Black” y que Rato las mantuvo después, cuando llegó a la presidencia de Caja Madrid en 2010, "atribuyéndose una sin amparo en su paquete retributivo".

Entre 2003 y hasta 2012,  el ex titular del Fondo y más de 60 políticos, empresarios, sindicalistas e incluso asesores del rey utilizaron las tarjetas no declaradas para pagar viajes, artículos de lujo y fiestas. El escándalo estalló en octubre de 2014 y propició la baja de Rato en el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y la dimisión de otros consejeros de Caja Madrid y Bankia.

En octubre pasado, durante el juicio, la estrella del PP caída en desgracia aseguró que las tarjetas investigadas eran "un incentivo perfectamente legal" y que constituían un "elemento de liquidez". Tras el fallo, el exfuncionario español anunció que apelará la sentencia.

Este caso no es el único que enfrenta el ex director del FMI: la Justicia investiga también el origen de su patrimonio y sus negocios. En abril de 2016, el nombre de Rato apareció en los Panamá Papers, la filtración de documentos del despacho panameño de Mossack Fonseca sobre empresas radicadas en paraísos fiscales.