El sábado por la noche, mientras tocaba Sara Hebe en el festival A Mover, que se realizó en el Centro Cultural Pata Pila de la ciudad de Salta, un escuadrón de la Brigada de Infantería obligó a finalizar el show y desalojar los espectadores. No contentos con eso, mientras el público se retiraba, comenzó la persecución y detuvieron a una decena de personas que denunciaron torturas y malos tratos.

“A nosotros nos persiguieron por filmar cómo se llevaban a un grupo de chicas que salían de manera pacífica del recital”, denunció uno de los jóvenes que vivió en carne propia la represión.

“Éramos seis personas, cuatro chicos y dos chicas. Se bajaron de la camioneta y comenzaron a perseguirnos por filmar cómo se llevaban a las chicas”, manifestó este joven que pidió reservar su nombre por miedo a represalias.

“Primero dispararon balas al aire, pero después nos persiguieron. A uno de nosotros lo sacaron de una casa, se metieron sin orden judicial, porque sabían que él había filmado”, dijo.

La noche no terminó allí, los golpearon, los amenazaron y hasta les cortaron el pelo con un cuchillo mientras les gritaban insultos homofóbicos. En Salta hay que remontarse a momentos de la última dictadura cívico militar para encontrar prácticas similares de corte de cabello compulsivo por parte de miembros de las fuerzas de seguridad.

Los jóvenes relataron también que los detuvieron alrededor de la medianoche, minutos después de haber finalizado el recital, que terminó antes precisamente por exigencia de los policías. "Nos pasearon un buen rato, nos llevaron de rodillas a todos, no nos dejaban sentar en la camioneta. Nos sacaron fotos así, de rodillas. Primero fuimos a la comisaría Lola Mora (en la avenida Bélgica) y después terminamos en la comisaría de Ciudad Judicial”, de donde los dejaron salir recién después de las 3 de la mañana.

Uno de los chicos manifestó que durante el operativo le sacaron la bicicleta y la arrojaron en la calle mientras se lo llevaban detenido, hasta ahora nadie le sabe responder qué fue del vehículo, su único medio de locomoción.

Los jóvenes se presentaron el domingo por la noche en el Hospital San Bernardo para constatar las lesiones acompañados por la presidenta del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, Laura Postiglione, quien aclaró que estaba allí por conocer a una de las víctimas, quien le pidió colaboración.

Postiglione informó a Salta12 que la llamó por teléfono el ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, Marcelo López Arias, quien ofreció todas las garantías para que los jóvenes se animen a denunciar.

López Arias confirmó que mañana los atenderá el secretario de Derechos Humanos, Federico Uldri, para escucharlos y determinar cómo actuarán desde el Ministerio. Asimismo, se comunicará con el ministro de Seguridad y solicitará un informe de lo sucedido.

Organizaciones sociales y partidos políticos repudiaron el accionar policial y denunciaron que detrás de lo sucedido hubo una “orden de arriba” y un ensañamiento con el colectivo de Lesbianas, Gays y Trans, ya que entre las organizadoras se encontraba la militante trans y precandidata a diputada, Pía Ceballos.

Seamos Libres, el Centro Cultural Pata Pila, JESer y MTA (Mujeres Trans Argentinas) emitieron un comunicado en el que responsabilizaron directamente a “los gobiernos de (Juan Manuel) Urtubey y (el intendente Gustavo) Sáenz por sus prácticas represivas hacia las juventudes, las mujeres y las disidencias”.

Salta12 intentó sin éxito comunicarse con el ministro y el secretario de Seguridad, Carlos Oliver y Jorge Ovejero respectivamente, para conocer la versión oficial de los hechos. Pasadas las 22, el área de prensa de la Policía informó que hizo "cesar un festival" porque los concurrentes "ingerían bebidas alcohólicas en la vía pública". Añadió que intervino luego de que se les informara del ingreso de una chica en coma etílico en el Hospital Materno Infantil. Sobre las detenciones, solo indicó que no hay denuncias penales por maltrato.