Pensé en iniciar esta nota diciendo que 20 años no es nada... pero después lo evalué y me di cuenta de que hay cosas que sólo quiero hablar con mi cirujano plástico de cabecera. Lo cierto es que el viernes pasado, todas lo sabemos, el mundo se deshizo y se volvió a reconstruir en un instante. En ese instante mágico en el que JLo (Jennifer López para les no iniciades) nos entregó nuevamente una realidad de princesa del Bronx que ya hace tiempo (más de 20 añitos) que nos viene regalando sin parar.

La cosa fue asi. Estabamos todas mirando el desfile de Versace en directo por Instagram en el que Donatella insistía en hacer de las suyas: reinterpretaciones del vestidito negro, tajos enloquecidos un poco demasiado elevados como para asegurarnos que no se lo vaya a poner ninguna persona respetable, y fantasias por el estilo. Todo bien entregado para nuestra alucinación realista por las princesas del momento. Que te aparece Bella Hadid en una de las primeras pasadas, que te aparece Irina Post Bradley (que esta trabajando como loca esta temporada, pobre amor, ahora separada) , que se te suma Kendall teñida de un rubio susanesco que te hace dar una vuelta mortal en el aire. Y cuando te parece que esta todo dicho, entra soñada, etérea y real al mismo tiempo nuestra queridísima Mica Argañaraz que es el personaje argentine más importante que le hemos dado a este siglo después del Papa (no, perdoname, quise decir que es el personaje más importante que le hemos dado a este siglo y después viene el Papa, ponele) y entonces ya creíamos que estabamos todas a unos 15 cms del piso. Porque cada vez que Mica entra a una pasarela (y entra a todas, mi amor, porque es una obrerita argentina) te da una emoción que solo es comparable con el momento en el que el cirujano te dice que no va a ir muy profundo porque tenés una piel estupenda y solo necesitás un “refreshing”. 

Y entoces, como las entrellas habían hecho una pasadita al comienzo, tuvimos una nueva vuelta de Kendall, de Bella , de Gigi, de Irina Post Bradley y, claro, de Mica y ya para esa altura era como que la tierra giraba en el otro sentido. Y esto, porque la pasarela era circular en un lugar de Milán que parecía como un panteón, pero mucho más grande que el Panteón; y las estrellas giraban giraban y giraban como en aquella cancion de youspinmi right round beby right round....

Y asi estabamos siendo,felices... qué se yo chiques... soñadoras, disfrutonas y taradas .... como sea... ahi estábamos ... y de repente, cambia la música (porque le ponen un dj al desfile) y en las pantallas aparece una línea de dialogo de una cosa que hace de ser humano y otra cosa que hace de cosa.

GOOGLE LO HIZO
La que hace de ser humano es una mujer que le pide a Google que le muestre el vestido Jungla de Versace y la cosa que hace de cosa es el mismo Google que entrega bajo la  imágenes, los trillones de fotos de JLo en aquel vestidito trasparente (uno de los primeros) que Jennifer se puso para la fiesta de los Grammys del año 2000 y que literalmente rompió internet.

Como todas sabemos, ese es el vestido gracias al cual la empresa Google, que para ese momento realizaba búsquedas basadas en textos, detectó que estaba fallando en entregar a sus clientes. Todas nosotras poniamos alguna combiancion de Jennifer Lopez, Versace, vertido verde y el Google te daba, para nuestro horror, textos donde la gente opinaba sobre el vestido. Google percibe nuestra decepción y, gracias al vestido de JLo crea Google imágenes. No es exagerado decir entonces que ese vestidito medio bata trasparente inauguró este siglo de estupidez e imágenes que estamos viviendo. Ya ni se nos ocurre buscar un texto lleno de palabras cuando hacemos una búsqueda. ¡Ahora estamos entrenades para la frivolidad y nos gusta como locas! Y ni se nos ocurre leer una definición. Wikipedia nos parece la Universidad de Oxford y cualquier texto (incluso este) que tenga mas de dos oraciones es un tratado ininteligible.

 Así quedamos, el vestidito verde de la dupla Jeniffer/ Donatella nos quemó el cerebro y lo tiramos al tacho y chau pinela. Ahora todo es en colores, amiga. Y si tenes una idea politica andá a buscarle rápido un color en el Pantone porque ya están casi todos usados. La próxima reivindicación popular va a ser embanderada por un tono de gris, tirando a naranja con un toque que añil y andá vos a entender lo que demanda ese colectivo!

RECACULANDING!

Pido perdon. Me puse profunda. Vuelvo a mi tema y te sigo contando.

Pantalla. Ok Google. Y entonces (se me pone la piel de gallina cuando lo digo, fijate en Youtube) la voz que hace de humana dice: Ok Google mostrame el vestido jungla de Versace REAL. Y todos lo sabemos, ese real no habla de la realidad, porque JLo ya no es más real (¿Te acordas cuando cantaba Im real?) ese real que pide el desfile es real de realeza, real de que entre la reina y se venga todo abajo. Y así fue. Porque en los cuentos de fantasy siempre pasa lo que vos querés que pase.

El público se va poniendo de pie como enloquecido por anticipado y se agarran de los iphones como si tuvieran un talismán que se se lo van a mostrar a la sacerdotiza para que ella los bendiga. Y entonces, como si fuera una generala que entra a una batalla (la del capitalismo y ¡sus cositas!) una cámara cenital muestra los pasos firmes de una mujer que entra a la pasarela de esta tierra (pero parece que ocurriera en otro planeta ) y es la López, nuevamente como cuando tenia 30 añitos y estaba de novia con un capo maffia y sale a los tiros por un temita innombrable seguramente , pero ahora tiene 50 años, cien millones de horas en el gym, 2 o 3 vocalizando, un departamentito en Dubai, el quincho para la familia, y quinientes amigues loquisimas que la van recauchutando, para darnos el momento mas importante de esta temporada de fashion 2020.

Ya saben las palabras que se usaron; esas que usamos ahora para decir las pavadas del marketing del presente: icónico, sorprendente, realness, TBF, caderas, etc. Pero lo cierto es que el vestido (perdón por si digo algo profundo) concentra en usa materiales y en su diseño una reflexión sobre la tecnología y cultura que no tiene ningún otro objeto sobre la tierra. Y es eso lo que lo hace parecer extraterrestre: su estado de conflicto cultural y su redefinición de las estrategias sociales. Y bueno, si ves todo el desfile te das cuenta de que el terreno se estuvo preparando con el tema de las palmeritas del print del vestido en esos tonos de verde y en otros colores...

Nuestro figurinista de cabecera, Georg Martin,desde La Plata, tardó como media hor en aparecer en Instagram para mostrar el bosquejo de ese vestido, y en un ratito más ya estaba mostrándonos el modelo con sabanas y trapos que hasta la mismisima Donatella tuvo que opinar sobre su reinterpretacion del modelo y le mandó un “fierce!!!” para que tenga y sellar la amistad entre el dibujante Platense y la diseñadora italiana. Miren la historia en Instagram y mueranse de la alegría, chicas.

Dicho esto. No es menos importante que esa reformulación de la cultura global haya quedado encarnada para siempre, por una joven hija de inmigrantes que, como muchos, tuvieron que escapar de su cultura, de su lengua, de su tecnologia, para ir a otra incierta,

 

Y entoces ahora vamos a reconfigurar sus intelectualísimas letras de su Opera Omnia. La de la cola grande, qué sé yo, medio que no tiene salvación. Pero la de Jenny del barrio, que no es muy espiritual que digamos ... cuando dice: “No te dejes engañar por los diamantes, yo sigo siendo la Jenny del barrio. Antes tenia poco y ahora tengo un montón...” No se refería a los millones que hace cantando en fiestas de jeques árabes; sino a un tema que desvela por igual a políticos, comerciantes y artistas: los clicks de las búsquedas en internet. Ok, Google?