Desde Santa Fe

El juez penal de Vera Nicolás Muse Chemes es el primero en la provincia que un Tribunal de Enjuiciamiento destituyó del cargo por incumplir el bloque constitucional que ampara a niñas y adolescentes víctimas de abusos y violencia de género y desconocer hasta la "norma más elemental" que lo obligaba a escucharlas y valorar sus testimonio como "prueba fundamental" en las investigaciones. "Muse Chemes ignoró e incumplió la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la Mujer" y las leyes nacionales y provinciales de "protección integral de los derechos" de la infancia y la adolescencia, lo que "demuestra cabalmente su desconocimiento del derecho", dice el fallo del Tribunal al que tuvo acceso Rosario 12. El "modelo" Muse Chemes -como lo calificó el jury- era "continuo" y "sistemático", tenía en la "mira" "proscribir el testimonio de las niñas víctimas" sin ningún fundamento jurídico y eso se llama "incumplimiento reiterado de las obligaciones legales del cargo".

"Ignoró e incumplió la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la eliminación de toda discriminación contra la mujer".

El Tribunal destituyó al magistrado por las dos causas que le imputó el procurador de la Corte Suprema Jorge Barraguirre: "ignorancia manifiesta del derecho" e "incumplimiento reiterado de las obligaciones del cargo". La decisión la adoptó por mayoría: 6 a 4. La presidenta de la Corte, María Angélica Gastaldi y sus colegas Daniel Erbetta y Roberto Falistocco, más el diputado radical Santiago Mascheroni y dos abogados del foro votaron la cesantía. Mientras que los otros ministros de la Corte: Rafael Gutiérrez, Eduardo Spuler y el subrogante Alejandro Román (que reemplaza a Mario Netri) y el senador del PJ Raúl Gramajo se pronunciaron a favor del juez.

El voto de la mayoría revela cómo operaba el juez al analizar cinco casos de niñas y adolescentes abusadas en los que absolvió a los abusadores. En todos, "desconoció el testimonio de las víctimas". "Un error gravísimo y reiterado", dijo el Tribunal. Porque "no se trata de un criterio jurídico distinto" o "cuestiones opinables". "Es un modelo continuo de error judicial de manera sistemática y de llamativa frecuencia que tiene en miras proscribir el testimonio de las niñas víctimas sin ninguna justificación validada por la comunidad jurídica y que importa un incumplimiento reiterado de las obligaciones legales del cargo".

No sólo ignoraba "los testimonios de las niñas víctimas" sino que los tenía en cuenta "al sólo efecto de desmerecerlos.

Es más, Muse Chemes no sólo ignoraba "los testimonios de las niñas víctimas" sino que los tenía en cuenta "al sólo efecto de desmerecerlos. No por pruebas que importen restarle convencimiento, sino con consideraciones exclusivamente voluntaristas", explicó el Tribunal. Y citó un caso de explotación sexual de chiquitas vulnerables de 12 a 17 años en el que el juez deslizó: "No se puede corromper lo corrompido". La Cámara de Apelaciones revocó ese fallo. El juez "realiza una elucubración de lo que es corrupción totalmente errónea -lo retó-, sostiene que es posible que una niña de 12 años esté corrompida, cuando eran mayores" los que se aprovecharon de su "vulnerabilidad para corromperlas, prostituirlas y tenerlas siempre a mano para sus bajos instintos. Es inaceptable que un juez diga que una niña de 12 años está corrompida en un sentido jurídico moral. Es insostenible que niñas que el Estado no les brinda protección suficiente y los organismos específicos no tienen recursos para el abordaje integral como sostiene la legislación argentina, sean desoídas y menospreciadas" por el juez. "Es increíble que no se valorice las acciones contra menores por corrupción como violencia de género cometida contra niñas", retrucó la Cámara.

El Tribunal coincidió que "era difícil distinguir entre la negligencia y la desidia" de Muse Chemes. "Lo concreto es que en causas de niñas (de 10, 12, 13 y 15 años) con signos de abusos físicos comprobados, informes de equipos interdisciplinarios que avalaban la veracidad" de los hechos, el juez desconociera "la prueba de cargo" y descreyera de los "testimonios" de víctimas que son "prueba fundamental del proceso, en franca contradicción a la comunidad jurídica aceptada" y a partir de argumentos "mutilados", "fuera de contexto" o "directamente falsos".

La "ignorancia del derecho" de Muse Chemes es inexcusable, palmario, contundente. No admite matices ni disculpas" y revela su "falta de idoneidad" para juzgar casos de "niñas, niños, adolescentes-víctimas" con un "profundo desconocimiento y desapego a normas y tratados que protegen a aquel colectivo vulnerable", concluyó el Tribunal.