Las reservas de libre disponibilidad del Banco Central alcanzaban esta semana los 13.300 millones de dólares. Mientras que los vencimientos de deuda desde octubre y hasta diciembre superaban los 13.800 millones de dólares. En este contexto es que el Gobierno accedió al préstamo “intocable” del FMI, que había sido depositado durante el primer desembolso con la finalidad de “fortalecer reservas”. Desde el Ministerio de Hacienda confirmaron que parte de ese dinero fue utilizado para pagar deuda, con previo aval del FMI. Por lo que esos dólares pasarían a formar parte de las reservas netas del Banco Central, alcanzando los 18 mil millones de dólares, y dándole oxígeno al Gobierno hasta fin de año.

Reservas netas

Las reservas netas eran al primero de octubre, último dato disponible, 13.343 millones de dólares. Pero, si se tiene en cuenta que el FMI dio luz verde al uso de los fondos “intocables”, se suman los depósitos del Tesoro en el Banco Central: 3379 millones en la cuenta de “fortalecimiento de reservas” y 1751 como “otros depósitos”. Inicialmente, los depósitos del Tesoro en el Central eran de 7200 millones de dólares, pero alrededor de 2000 millones fueron utilizados esta semana para el pago de deuda en pesos y dólares. Esto eleva las reservas netas a 18.473 millones de dólares. Así se desprende de datos procesados por el economista Amílcar Collante, miembro del Centro de Estudios Económicos del Sur (CESUR), en base a cifras del Banco Central.

Cabe destacar que las reservas brutas del Central son de 48.488 millones de dólares. Pero los analistas le restan ciertos ítems para calcular cuántas son efectivamente las de libre disponibilidad: a los 48.488 se le resta 18.186 del swap con China; 8723 de los depósitos privados de ahorristas; 2667 millones de un préstamo de un banco suizo (BIS), 434 de los derechos especiales de giro (DEG).

Vencimientos de deuda

Por su parte, hasta fin de año el Gobierno deberá afrontar vencimientos de deuda por 13.872 millones de dólares. Son 4683 en octubre, 4516 en noviembre y 4673 en diciembre, según datos provistos por Facundo Bocco Proietti, miembro del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana (UMET). Las obligaciones a pagar se componen de bonos en pesos y dólares, como el Bonar, Biraf, Boncer, Dual, Bonte, Botapo, Bogato y Letes reperfiladas. Y en su mayoría se trata de pago de intereses más que de capital.

Cabe destacar que el monto de la deuda se calcula al tipo de cambio mayorista actual. “El tema central de acá hasta fin de año es que no se escape el tipo de cambio. Si el dólar se va a 80 pesos, la deuda escala al 120 por ciento del PBI y se vuelve insostenible”, explicó Bocco Proietti. Además, los montos a pagar este año deberían haber sido mayores, si el Gobierno no “reperfilaba” los vencimientos. Esta maniobra unilateral significará que el año que se viene la deuda se verá incrementaba por 6.677 millones de dólares, según un informe del Instituto de Trabajo y Economía Fundación Germán Abdala.

¿Oxígeno?

“Esto le permite al Gobierno estar más holgado hacia octubre, al mostrar que tiene más dólares disponibles”, opinó Collante. Sin embargo, destacó que puede darse una escasez de divisas por tener que controlar tres frentes a la vez: el pago de la deuda, el control del tipo de cambio y la demanda de depósitos de los ahorristas, en caso de volver a atenuarse la salida en las elecciones.

Por su parte, el analista financiero Christian Buteler opinó que es “un error” que se utilicen los dólares del Tesoro para pagar compromisos en pesos, ya sea por deuda en pesos o gasto corriente, pero a la vez, Hacienda no tiene otra opción. “Cuando decidieron reperfilar, se cerraron la única herramienta de financiación que quedaba, y tampoco hay superávit fiscal”, explicó.