"Son policías y el jefe los conocía", aseguró a este cronista uno de los investigadores de la balacera que tuvo como víctima a Mariano Valdés, ex jefe de la delegación Santa Fe de la Policía Federal. Se referia a sus atacantes que en un número de tres se movieron como tales para desplegar fuego graneado sobre el Ford Focus gris, el transporte oficial del ahora ex jefe detenido. La principal sospecha es que se movían en una camioneta doble cabina marca Ford modelo Ranger, color gris oscuro, que pasó por la estación de servicios YPF de Fighiera, conocida como Las Mellizas, y que fue captada cuatro minutos antes que arribara al lugar Valdes, en busca de ayuda. Luego también fue grabada circulando por otra estación en este caso la Shell, que está en medio de la autopista, y finalmente fue vista por las cámaras del peaje de General Lagos. La sorpresa para los investigadores es que pasó sin pagar y sin detenerse. La duda es que si canceló el pago por telepeaje, o si se "coló" detrás de un vehículo de gran porte, como pudo haber sido un ómnibus doble piso de larga distancia. La camioneta no fue vista ingresando a Rosario por lo cual pudo haber tomado por la AO12 a la altura de Alvear o bien haber optado llegando a Rosario, tomar la avenida de Circunvalación sin ser tomada por ninguna cámara. La última pista de los pesquisas, es un vehículo similar grabado por una cámara ingresando a la autopista Rosario Santa Fe, pero es un dato que se maneja con mucho recelo, porque no pudo peritarse aun si se trata de la mimsa unidad.

El último viernes también se conoció una llamada telefónica entre Valdés, preso tras el tiroteo en la autopista, y Marcelo Lepwalts, su antecesor en el cargo, a quien reemplazó cuando fue arrestado por connivencia con narcos. La escucha es de sólo unas horas antes de ser detenido. Valdés se quejó en la misma del trato mediático, mientras su par dijo comprenderlo y le respondió: "Algo hay que hacer, no sé si me entendés"

Cabe recordar que los fiscales provinciales a cargo de investigar el incidente del 9 de septiembre, decidieron remitir la causa a la Justicia federal.

Uno de los motivos fue el resultado de un peritaje de alta tecnología,sobre el bolso y un pantalón del comisario, incautados recién once días después de la balacera, tenían rastros de drogas: éxtasis y metanfetaminas. A ese indicio revelador se sumó otro, y es que Valdés mantuvo conversaciones telefónicas con Lepwalts, el ex policía federal que estaba a cargo de la delegación de la ciudad de Santa Fe, desplazado, preso y procesado porque, sospecha la Justicia federal, tenía vínculos con narcos santafesinos. El propio Valdés pasó a ocupar ese cargo en mayo pasado, luego de una purga efectuada desde las altas esferas de la fuerza federal, hasta que en septiembre corrió el mismo destino que su predecesor.

La novedad del caso fueron las pericias sobre el bolso de Valdés incautado recién once días después de la balacera, tenía rastros de drogas.

De acuerdo con los fiscales, esas escuchas entre "Marianito" y "Lechu" fueron "en tono amistoso" e interceptadas en la misma jornada que la sede de la federal santafesina fue allanada por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y Valdés resultó detenido y su bolso, que estaba vacío, secuestrado, el 20 de septiembre último.

"Hemos encontrado escuchas entre el jefe anterior de la delegación, Marcelo Lepwalts, y Valdés. Son escuchas que nos permiten efectuar una conexión entre ambos. Había confianza entre ellos. La conversación es del 20 de septiembre poco antes del allanamiento", dijo el secretario de la Fiscalía de Villa Constitución, Franco Carbone.

Las conversaciones, giran en torno de un departamento que habría ocupado Lepwalts, "Lechu", antes de ser detenido en mayo. Desde el penal, le pide a Valdés, "Marianito", que le deje las llaves de esa propiedad a Higinio Bellaggio, ex subjefe de la delegación de la capital santafesina que a la postre quedaría detenido e imputado junto con Valdés. El bolso en cuestión fue retirado, según la acusación, por el propio Bellaggio del hospital de Arroyo Seco donde Valdés fue atendido en la noche de aquel lunes 9 de septiembre. Y también según los fiscales fue el motivo por el cual se desencadenó el tiroteo entre los ocupantes de una camioneta y Valdés.

-Qué hacés, Marianito, Lechu.

-Qué hacés, Lechu.

-Estoy enterado de todo lo que pasa.

-Es de terror esto.

-Sí, ya lo sé. Tenemos más mala suerte que la concha de la lora. Escuchame un cosa, Mariano. Puntualmente recién hablé con Higinio, eh, lo más probable es que se va a hacer cargo él del departamento. Dejale las llaves y bueno, a lo sumo después cancelamos tu recibo de sueldo y agregamos el de él.

-Dale, no hay problema. Despreocupate.

-Yo creo que en octubre salgo, viste, así que cualquier cosa después nos cruzamos. Te mando abrazo grande y mucha fuerza.

Claro que los federales en problemas no esquivan comentarios por su presente complicado. Valdés suena enojado con versiones sobre el incidente ocurrido en la autopista.

-Un montón de boludeces están hablando.

-Olvídate, lo sé.

-No tiene goyete esto. Están diciendo que fue un intento de violación, a qué estamos jugando.

 

-Son unos putos los de la prensa, cualquiera. De alguna manera algo hay que hacer. Lo vamos a hacer juntos, no sé si me entendés.