Si el estadio Libertadores de América era un hervidero de silbidos e insultos cuando Talleres conseguía el empate transitorio ante Independiente hace una semana, todo lo contrario fue el José Amalfitani este domingo en el atípico horario de las once. La jornada comenzó a puro saludo. Pérez y Heinze por su vínculo en Newell’s, Lucas Romero con la mayoría por haber surgido en Liniers y Leandro Fernández haciendo lo propio con sus ex compañeros del Rojo.

Aunque la calma parecía reinar en el ambiente, ambos llegaban igualados con 13 puntos y con la necesidad de ganar para no perder protagonismo. A la vez, el dueño de casa quería recuperar la hegomonía ante su rival. Ya que si bien el historial lo tenía con ventaja de 60 a 56 con 55 empates,  no lograba superarlo desde el Torneo Transición 2014. Hace más de cinco años.

“Vamos a necesitar un juego colectivo para ganarle a Independiente”, había dicho Heinze en la conferencia previa antes del juego. Y eso fue lo que intentó su equipo desde el pitazo inicial. Toques de un lado para otro en busca de encontrar algún resquicio a la marca visitante. La tranquilidad para tener la pelota mutaba en presión asfixiante en caso de perderla, en un esquema 4-3-3 versátil en el que los extremos desbordan, pero también ayudan en el retroceso.

Heinze sonrìe. Su equipo se prende arriba.

“No hay que comparar estilos, cada uno hace lo que sabe. Somos dos entrenadores jóvenes que nos gusta esta profesión, pero tenemos distintos matices”, también había expresado el Gringo. Y aunque el entrerriano de 41 años había marcado diferencias con el ex ayudante de campo de la Selección de 38, su forma de vivir los partidos, sus atuendos (campera deportiva y jogging achupinado del club) y hasta sus propuestas se parecen bastante. Tal vez la mayor diferencia sea el engranaje que el ex director técnico de Argentinos ya logró en sus dirigidos, mientras que el ex Defensa todavía está en esa búsqueda. Habrá que ver de cuánto tiempo dispone.

A los 10 minutos Janson desbordó por izquierda, rompió la modorra y mostró el camino. En el visitante Barboza volvía a la zaga por la suspensión de Figal y Palacios se movía como centrodelantero por la lesión de Silvio Romero. Dos bajas de peso para un equipo parado 4-4-2 que quiso hacerse rápido por las bandas con Sánchez Miño por izquierda y Blanco por derecha.

A los 20, Giannetti avisó de cabeza y a los 27 llegó la apertura. Janson volvió a desnivelar a Bustos, envió un centro al medio, remate de Robertone desviado por Franco y Maxi Romero, bien de nueve, capturó el rebote y se sacó las ganas de gritar el tanto que no pudo ante Defensa y Justicia.

Tras la desventaja, Beccacece mandó a calentar a los suplentes molesto por lo que veía. Gago cada vez se sentía más a gusto en la cancha y la pelota tenía siempre buen destino en sus pies. Lo mismo pasaba con Domínguez, quien demostraba con sus quites y destellos por qué Scaloni le volvió a dar una chanche en la Selección. Ellos se imponían en el círculo central a Romero y Pérez.

Beccacece, el DT del Rojo no le encuentra la vuelta al equipo.

A los 33 Palacios probó de afuera y a los 37 el que subió e inquietó con un buscapié fue Silva, quien hasta entonces había tenido que lidiar con el incansable Bouzat. Al complemento salieron sin cambio de jugadores ni de tendencia, en un comienzo. Frente a ese escenario de apatía, Beccacece apostó por el colombiano Roa para lograr mayor volumen de juego. El cambio pareció coincidir con un adelantamiento en la cancha y con un Vélez cada vez más replegado esperando por una contra. Casi un cambio de roles de lo que había pasado en la primera mitad.

Independiente tuvo la chance más clara para empatar en los pies de Pablo Pérez, a la media hora de la segunda etapa. Giménez quiso despejar un pase profundo y terminó dejando solo al ex Boca, quien perdió el duelo ante Hoyos. Para colmo Janson, una de las figuras, le avisó al técnico que no estaba bien. Rápido de reflejos y con el rival viniéndose cada vez más, Heinze mandó a la cancha a Thiago Almada para intentar aprovechar su velocidad y gambeta.

La modificación en el trámite del juego parecía darle la razón a Marcelo Gallardo, quien había hecho enojar a Heinze al indicar que su equipo “propone intensidad, pero le dura un tiempo". Sin embargo esta vez pudo apelar, también, a la jerarquía individual. Almada agarró la pelota de izquierda a derecha y con un fierrazo al ángulo marcó un golazo a la altura de las expectativas que despierta este pichón de crack de 18 años. Ni Roa ni Chávez acertaron el tiro del final y entonces Vélez volvió a la victoria sin mayores sobresaltos.

 

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Síntesis

2 Vélez: Hoyos; Guidara, Giannetti, G. Giménez, Cufré; N. Domìnguez, Gago, Robertone, Baouzat; M. Romero, Janson. DT: Heinze.

0 Independiente: Campaña; Bustos, Franco, Barboza, Silva; Blanco, Pérez, L. Romero, Sánchez Miño; Palacios, C. Domínguez. DT: Beccacece. 

Estadio: Vélez
Arbitro: Germán Delfino
Goles: 27m M.Romero (V); 75m Almada (V)
Cambios: 54m Roa por C.Domínguez (I), 63m Almada por Janson (V), 70m Chávez por Barboza (I), 77m L.Fernández por M.Romero (V), 83m Pizzini por Pérez (I), 90m Galdames por Domínguez (V).