Graciela Villar dice que su candidatura a la vicepresidencia de Uruguay en las elecciones del 27 de octubre es heredera de la lucha de los movimientos feministas. Esta mujer de 62 años, con larga militancia sindical, expresidenta de la Junta Departamental de Montevideo, cree que su país tiene una deuda con los derechos humanos: “no pudimos derogar la Ley de impunidad”. La afirmación cobra relevancia en boca de Villar, quien siendo adolescente fue detenida dos veces por pertenecer a las juventudes comunistas y debió exiliarse en Argentina entre 1979 y 1984 durante la dictadura que instauró Juan María Bordaberry. Fue clandestina en las dos orillas.

Esta vez Buenos Aires recibe a Villar y a su compañero de fórmula, el candidato a presidente Daniel Martínez, en un acto con simpatizantes del Frente Amplio (FA), coalición de centro-izquierda que gobierna desde hace 15 años. Lideran los sondeos, pero seguramente enfrentarán en la segunda vuelta a la fórmula del conservador Partido Nacional (Blanco): Luis Lacalle Pou-Beatriz Argimón. Al final de esta corta visita Graciela Villar se habrá reunido con el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, y con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

Coincidencias de la historia, el mismo día se celebrarán elecciones presidenciales a ambos lados del Río de la Plata. Dos países que tuvieron desencuentros por el conflicto en torno a las papeleras, años atrás. Al mismo tiempo, apostaron por una región más integrada, con valiosas experiencias como la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Villar reflexiona: “Hoy debemos repensar el Mercosur para que seamos más complementarios entre todos”. 

La candidata a vice considera que Cristina Kirchner junto a Dilma Rousseff y Michelle Bachelet dejaron su impronta en la región. “La trilogía de Bachelet, Dilma y Cristina ha marcado la historia de América latina con características bien distintas, con suertes distintas. Pero las tres atravesaron dolores”.

Villar lleva en su bolsito el pañuelo verde que le dieron las compañeras argentinas en este viaje a Buenos Aires, conocedoras de que en el vecino país es legal la interrupción del embarazo desde 2011 gracias a que el Frente Amplio impulsó y aprobó el proyecto.

Dos mujeres iluminaron el camino de Graciela Villar, cuenta en esta entrevista con PáginaI12. Su abuela “una peona comunista analfabeta” y su madre. “Manuela me enseñó a ser una luchadora. Mi mamá, Modesta Reina, fue la compañera de mi vida”.
Villar tiene tres hijos. El del medio es argentino, nació hace 35 años en la Maternidad Sardá. Vive en Tenerife, España, desde la crisis del 2002. Sus hijas de hoy 40 y 23 años son la primera generación de universitarias en la familia.

Villar superó un cáncer y como tantos uruguayos y frenteamplistas está movilizada por la pelea que da a esa enfermedad el presidente Tabaré Vázquez. Cree que todo se precipitó con la pérdida de su esposa María Auxiliadora. “Tabaré ha sido un oncólogo que le abrió la puerta a quien se la golpeara. Él va a combatir esta enfermedad, la ha mirado cara a cara. Cuenta con el respaldo afectivo de la mayoría de los uruguayos que ven a una persona que trasciende el Frente Amplio”.

Villar militó en Asamblea Uruguay dentro del FA y se distanció al apoyar al precandidato Mario Bergara en las pasadas internas. Se sorprendió que el ganador, Daniel Martínez, la eligiera como candidata a la vicepresidencia. “Quiero trabajar por una democracia cada vez más igualitaria. Ese es mi objetivo. Que yo como mujer esté en la fórmula tiene que ver con la lucha de los movimientos feministas. El Frente Amplio tomó el concepto de paridad y obligó a los otros partidos a hacerlo. Es el gran mérito de la agenda de derechos que tuvo el FA”, sostiene Villar.

--¿No cree que hay una deuda con los derechos humanos?, ¿Por qué el FA tuvo de comandante en jefe del ejército a Guido Manini Ríos, hoy candidato presidencial por un partido de ultraderecha?

--En Uruguay no logramos derogar la Ley de impunidad. Tenemos una deuda, porque en las dos instancias en las que quisimos derogarla no contamos con la mayoría necesaria. Hasta ahora hay un pacto de silencio en las altas jerarquías militares, eso genera que no se den datos afirmativos por donde seguir la búsqueda de desaparecidos. Cuando el presidente Tabaré Vázquez le pide su destitución este año y pasa a retiro fue porque Manini Ríos no informó a la justicia civil las declaraciones del represor Nino Gavazzo, quien había reconocido en el tribunal de honor haber eliminado y hecho desaparecer a un ciudadano uruguayo. Ese es el nudo central. La historia de Manini Ríos no está vinculada a quienes fueron las altas jerarquías del terrorismo de Estado, sino que responde a una escuela dentro del Ejército.

-- Es cuestionable su nombramiento por parte del entonces ministro Eleuterio Fernández Huidobro, quien vaya ironía de la historia, fue un conocido dirigente tupamaro y secuestrado político en la dictadura.

-- El ministro de Defensa eligió a quien, dentro del ejército, tenía una trayectoria no vinculada al terrorismo de Estado, fue en esa lógica. Creo que es necesario un cambio en la formación del Ejército, que tenga un acento en el tema de los derechos humanos, es un debe del proceso uruguayo de la salida a la democracia a la fecha. Se acaba de votar una ley orgánica que plantea recortes en las FF.AA. y también plantea una revisión de los planes de estudio, una orientación hacia el tema de los DD.HH.


Villar siente que en su historia personal y su vida política los derechos humanos son un tema relevante. Por eso su encuentro con Estela de Carlotto. “Gracias a la determinante búsqueda de las Abuelas de los nietos, hoy jóvenes adultos que tienen la edad de mi hija mayor pueden recobrar su identidad; es poder saldar una deuda histórica. Es el reconocimiento de las generaciones que nos fueron robadas. Yo me siento parte de ese proceso. Gracias a las Abuelas, a su banco de datos, encontramos e identificamos a hijos de uruguayos acá en la Argentina. Tenemos un hermanamiento de historia, de dolores, de búsqueda, y de reencuentro."

La semana pasada en Uruguay fueron identificados los restos óseos hallados en el Batallón 13 en agosto con la muestra de ADN cotejada en Argentina, Se trata del militante comunista Eduardo Bleier que estaba desaparecido desde 1975.
Junto a las presidenciales los uruguayos votarán una reforma constitucional sobre seguridad impulsada por el senador del Partido Nacional, Jorge Larrañaga. El planteo de permitir allanamientos nocturnos y una guardia nacional en la que participe el Ejército remonta a tiempos oscuros.

Villar señala la paradoja de que Manini Ríos no comparta esa lógica de intervención militar sobre seguridad. Y reflexiona: “El planteo de darle predominancia al Ejército en las acciones sobre la sociedad civil pretende reproducir otras experiencias que ya se han dado en América latina y han sido profundamente negativas: ni han combatido el narcotráfico y por el contrario, no generaron un relacionamiento armónico en la sociedad. Es la experiencia en México a todas luces.”

-- La inseguridad es una preocupación de los uruguayos, dado que la cifra de homicidios es de 11.8 cada 100 mil habitantes. ¿Qué plantea el FA?

-- Nosotros con Daniel Martínez tenemos un plan de 12 medidas concretas que tienen que ver con generar dispositivos que vayan a la represión del narcotráfico, que es hoy clave en la violencia que tenemos. La aparición de nuevas modalidades, inéditas en Uruguay, como los sicariatos. Asociar el tema de la construcción de barrio y convivencia nos parece fundamental desde la perspectiva del desarrollo social. Bandas narcos se habían apropiado de casas en Los Palomares (complejos de viviendas populares) generaban eliminación de calles por donde no podía acceder la policía. Se hizo allí una intervención a cargo de Gustavo Leal (futuro ministro de Interior), se apuntó a un trabajo transversal de la policía, de la intendencia de Montevideo, ministerio de Vivienda y de Desarrollo social. Que permitieran ir garantizando a los ciudadanos rearmar sus vidas, abriendo calles, regenerando un nuevo barrio.

Lacalle Pou promete que si llega al gobierno aprobará una ley para que la policía pida los documentos como norma. Parece similar a lo que sucede hoy en Argentina. Villar lo ve como un retroceso. “En períodos de dictadura no se podía andar sin documento porque cabía la posibilidad de que cayeras detenido. Ellos (los blancos) plantean ahora la obligatoriedad de pedirle a todo el mundo la cédula. En el espejo con el que se miran uruguayos y argentinos, hubo resplandores que cegaron la relación bilateral en la historia reciente.

-- ¿Hay algún mea culpa del FA de cuando Tabaré le pidió respaldo a Bush hijo en plena disputa con Argentina por las papeleras?

--Fue una situación específica que se daba de una dificultad para encontrar un diálogo que fuera equilibrado entre los dos países. Hoy hemos aprendido todos de nuestros propios errores y nos reunimos con Alberto Fernández para conversar una agenda de futuro. Temas que debemos debatir y acordar, con una apuesta en común. Que en el Mercosur salgamos adelante con una unidad de acción en torno a objetivos de sacar adelante a nuestros países, en medio ambiente, como operar con los ríos en común, el nuevo acuerdo con la UE y repensar el Mercosur para que seamos más complementarios entre todos.

En 15 días habrá definiciones políticas a ambos lados del Río de La Plata. En este transitar las dos orillas, Villar se pelea con Borges, porque -dice—“es de los hombres que generan amor y odio simultáneamente, pero no puedo dejar de reconocer que es un genio”. Ahora está leyendo Agua por todas partes, de Leonardo Padura.

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