Un pozo perforado en el área Agua Botada, en la localidad de Malargue, Mendoza, arrojó resultados positivos que “permiten catalogarlo como descubridor de hidrocarburos”, informó la petrolera Roch. “Los tests de producción comprueban presencia de petróleo de buena calidad al menos en tres niveles de reservorio, siendo los cuerpos de rocas ígneas instruidas en distintas profundidades dentro de la formación Vaca Muerta el más prometedor de los horizontes productivos”.

El anuncio fue dado a conocer por el portal especializado Econojournal a mediados de esta semana, pero este viernes fue reeditado por algunos medios nacionales con la definición de un “sorprendente” descubrimiento de un yacimiento de crudo de extracción convencional en Vaca Muerta, caracterizada, justamente por su explotación “no convencional”, por mecanismos de fracking.

En realidad, Malargue, al sur de Mendoza, cercana a la frontera con Neuquén, es una zona tradicional de exploración y explotación petrolera convencional. Si bien su subsuelo integra la formación Vaca Muerta, no pertenece a la zona de yacimientos no convencionales conocidos con ese nombre, ubicada en la provincia de Neuquén.

Agua Botada es un proyecto en el que tiene participación EMESA, la empresa provincial energética de Mendoza. Durante el gobierno provincial de Francisco Pérez, la compañía pública recibió un grupo de bloques para concesionar. Luego, EMESA se quedó con participaciones de entre el 10 y el 12 por ciento en los nuevos proyectos.

El bloque en cuestión se encuentra a poca distancia de Bardas Blancas, al sur de la cabecera departamental de Malargüe. Está dentro de la Cuenca Hidrocarburífera Neuquina y contiene un trozo de Vaca Muerta, la formación no convencional más prometedora después de la que se explota en Estados Unidos.