Cuando acertó el último putt en el Zozo Championship, Tiger Woods sabía que estaba haciendo historia: con el nuevo título logrado este lunes en el club Accordia Golf Narashino de Japón, el astro estadounidense llegó a las 82 conquistas en el circuito de la PGA e igualó la legendaria marca de Sam Snead, que consiguió ese mismo número de torneos entre 1936 y 1965.

Sin embargo, existe una gran diferencia entre la carrera de los dos multicampeones. Snead fue un ejemplo de constancia. Por el contrario, Woods fue protagonista de una caída abrupta y una resurrección increíble para la alta competencia.     

"Es simplemente loco", calificó Woods la obtención de su título 82, tras imponerse en Japón con tres golpes de ventaja sobre el local Hideki Matsuyama y con 19 golpes bajo el par, en un torneo que se extendió hasta el lunes por el mal tiempo.

Después de vencer en el Abierto de Estados Unidos 2008 hasta esta nueva juventud,  para Tiger Woods pasó mucho más que una década: la estrella de 43 años vivió un divorcio envuelto en polémica por sus infidelidades constantes, fue víctima de una depresión profunda, debió someterse a varias intervenciones de espalda y hasta fue detenido por manejar bajo los efectos de un cóctel de fármacos. Un combo que hacía inimaginable este presente, con la obtención del Masters de Augusta en abril y la conquista récord de este fin de semana, que ya lo coloca en el sexto puesto del ranking mundial, tras subir cuatro posiciones respecto al listado anterior. 


La debacle de Woods comenzó a finales de noviembre de 2009, cuando era el mejor jugador del mundo por amplia ventaja. En ese momento, el sitio web National Enquirer publicó que Woods, el astro del golf, ícono del deporte estadounidense y un padre de familia orgullo, había sido infiel a su mujer durante su triunfo en un torneo Australia. La noticia fue la primera de una serie de escándalos que él mismo acabó confesando, cuando admitió su adicción al sexo. Dos mozas de Nueva York, una actriz italiana y hasta una actriz porno que aseguró haber estado embarazada del golfista dos veces fueron algunos de las historias que se conocieron y que derivaron en su traumática separación de la modelo sueca Elin Nordegren, la madre de sus dos hijos, en una cifra millonaria.

También resultó llamativo que pocos días antes, Woods haya sufrido un accidente bastante extraño con su camioneta en Orlando, que muchos en realidad atribuyeron en realidad a una pelea con su mujer, cuando la modelo sueca se enteró de las infidelidades de su marido.

El parate por tiempo indeterminado de su carrera, en un intento desesperado para salvar su matrimonio no tuvo los efectos deseados, ya que no lo pudo evitar. Para colmo, sin la distracción del deporte, el astro quedó sumido en una profunda depresión. Además, el hecho de pasar de ejemplo familiar a ser tapa de revistas sensacionalistas provocó que muchos de sus auspiciantes consideraran que su imagen ya no era positiva para estar ligada a sus marcas y, por lo que muchos contratos empezaron a caerse. Según publicó la revista Forbes, las pérdidas por esa causa ascendieron a 35 millones de dólares.

Aquel período oscuro se extendió por más de dos años, los que necesitó Woods para  comenzar a regresar a su mejor versión. Fue así que entre su título en el BMW Championship de 2009 y el Arnold Palmer Invitational de 2012, el campeón de 15 majors pasó 26 certámenes sin poder celebrar, para sumar un total de 923 días sin victorias. Pero su talento siempre permaneció latente. Por eso, en cuanto pudo encausar su cabeza y recuperar su juego, logró siete títulos entre marzo de 2012 y mayo de 2013, para retornar a la cima del ranking.

Sin embargo, ese oasis no tuvo continuidad. Superada la crisis matrimonial, al golfista le empezaron a pasar facturas diferentes tipo de lesiones. Dolores en el tendón de aquiles, molestias en el codo y, en especial, problemas de espaldas recurrentes que lo obligaron a pasar tres veces por el quirófano volvieron a alejarlo de los links. La depresión volvió tomar fuerza, y Tiger, otra vez, pasó a estar más tiempo en las noticias de policiales que en las de deportes.

El mundo se conmovió en 2017 con su aspecto, cuando fue apresado por manejar en muy mal estado, después de estar dos años sin compertir. Si bien las primeras informaciones indicaban una cuestión de alcohol, el test toxicológico marcó otra cosa: en su organismo había cinco tipos de medicamentos diferentes, entre ellos calmantes, somníferos y una sustancia con un ingrediente activo de la marihuana. Un total de 50 horas de trabajos para la comunidad y una condena de un año de libertad condicional fue el precio de aquella detención. 

El ídolo había tocado fondo, pero resolvió internarse en un centro de rehabilitación. Esa decisión, sumado a la incondicionalidad de su madre Kultida y del apoyo de Erica Herman, su nueva pareja, se conjugaron para el gran cambio. Durante 2018, Woods volvió a competir en buen nivel y celebró su primer torneo en cinco años. Esta temporada completó el regreso épico con su quinto título en el Masters de Augusta y ahora igualando el récord de triunfos de Snead. Y con sus antecedentes, no sería extraño que tenga guardada una sorpresa aún mayor.