Los mercados le cerraron las puertas al Gobierno que anhelaba abrir la economía argentina al mundo. Luego de que el Ministerio de Hacienda anunciara el reperfilamiento de la deuda, se cerró definitivamente toda fuente de financiamiento. Las únicas dos emisiones del último mes fueron colocaciones a entidades públicas. Desde el sector privado, no hubo una sola colocación de deuda, algo que no ocurría desde enero de 2010. Así se desprende del informe de septiembre del Observatorio de la Deuda, que elabora mensualmente el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.

El anuncio del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, a fines de agosto significó el final del financiamiento para el Gobierno. Las únicas dos emisiones de septiembre fueron colocaciones a organismos estatales: 608 millones de dólares al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y 61 millones de dólares al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT). En lo que va del año, las emisiones acumulan 42.432 millones de dólares, un 33 por ciento menos respecto del acumulado en 2018.

El ratio de la deuda volvió a dispararse: se ubicó en el 91,5 por ciento del PBI para el tercer trimestre del año, con un stock de deuda de 311.240 millones de dólares. En el segundo trimestre el stock era mayor, de 337.235 millones de dólares, pero el ratio PBI deuda era menor, de 80 por ciento. La razón se debe a la devaluación del 35 por ciento en el tipo de cambio respecto al trimestre anterior. Por un lado, se redujo el stock de deuda por el pago del REPO y por el impacto de la devaluación en la deuda denominada en moneda local. Pero, por el otro, se redujo drásticamente el PBI medido en dólares. Por eso es que el ratio crece. Hasta principios de 2018, ese ratio no alcanzaba el 60 por ciento. Además, solamente teniendo en cuenta la participación de la deuda en moneda extranjera, se ubica en el 80,1 por ciento del ratio PBI, “algo que no se observaba desde el 2002”, destaca el informe.

Con respecto al endeudamiento del sector privado, este se frenó completamente. Durante todo septiembre, no hubo una sola emisión de deuda privada, algo que no ocurría desde enero de 2010. En agosto, el empresariado se había mostrado activo en las emisiones. Cuatro compañías habían colocado deuda por 266 millones de dólares en solo un mes, cuando en todo el año el total había sido por 1.495 millones de dólares.

Esto se vio reflejado en la encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza cada año la consultora D´Alessio Irol en el Coloquio de IDEA. La lluvia de inversiones nunca llegó y actualmente las inversiones cayeron al nivel del segundo semestre de 2014. “Argentina invierte sólo el 12 por ciento del PBI, no existe una cifra más baja en la historia reciente”, había dicho el economista Luis Secco en ese encuentro empresario.

Deuda vs reservas

Para lo que resta del año, el Gobierno enfrenta vencimientos por 5657 millones de dólares, según ITE. Son 3006 millones en noviembre (1462 millones en intereses, 1338 en Letes y 206 en capital) y 2651 millones en diciembre (1491 millones en intereses, 940 en Letes y 220 en capital).

Los vencimientos en Letes siguen siendo significativos para los próximos meses porque deberán pagarse el 100 por ciento a las personas físicas, el 15 por ciento del capital a las personas jurídicas al momento del vencimiento (tal como fue establecido durante el reperfilamiento). Y, además, el 25 por ciento del capital de las Letes en manos de personas jurídicas que fueron reperfiladas en agosto y septiembre y deberán cobrar en noviembre y diciembre, como estableció el cronograma de pagos de Hacienda.

En tanto, las reservas brutas del Banco Central son 43.402 millones de dólares. Esto es, 22.908 millones de dólares menos que lo que había antes de las elecciones primarias. Mientras tanto, las reservas netas no superan los 12 mil millones de dólares, según cálculos privados del economista Amilcar Collante, miembro del Centro de Estudios Económicos del Sur. La diputada del Frente de Todos Fernanda Vallejos presentó el lunes un pedido de acceso a la información pública para que el Banco Central de cuenta de cuántas reservas disponibles quedan. La respuesta puede demorar hasta 15 días.