48 por ciento cayó la cobertura del Programa Progresar respecto de 2016 y un 42 por ciento respecto de 2015. La cantidad de jóvenxs dentro del programa se redujo en forma violenta desde 2018, cuando se implementaron las Becas Progresar, según detalla el informe “Las transformaciones del Programa Progresar bajo la gestión Cambiemos: desnaturalización y metas de ajuste del 90 %", elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa). Además del recorte a la mitad del número de beneficiarixs, el ajuste en poder adquisitivo va del 45 por ciento (en el nivel universitario y terciarios estratégicos) hasta el 62 por ciento en el caso de los niveles obligatorio y de formación profesional. Desde el inicio de la gestión Cambiemos en 2015 hasta 2019, la transformación del programa sufrió una reformulación profunda de sus objetivos y alcances. Progresar había sido planteado originalmente como un beneficio "puente" para familias que cobraban la AUH o tuvieran ingresos bajos. “Fue lanzado como un derecho, de allí su espíritu universal, que hoy se quebranta”, advierte el estudio. El cambio del Programa Progresar por la Beca Progresar, a principios de 2018, queda sujeta al presupuesto y pasa a funcionar como un programa de becas estrechamente ligado al mérito. “De una concepción de carácter universal en su cobertura y un abordaje integral de las problemáticas, se dio lugar a la aparición de criterios selectivos y meritocráticos que en los hechos se traducen en mecanismos excluyentes para las y los jóvenes de menores ingresos.”