En la marea de la revolución feminista las niñas no podían quedar atrás. Protagonistas de una historia que las tiene en las calles marchando, en las escuelas cambiando las formas de nombrar y de nombrarse y en el interior de sus casas poniendo todos los conceptos tradicionales de cabeza, tienen intereses y deseos muy distintos de los que hasta hace pocos años había destinados para ellas desde las publicaciones infantiles. Test para saber si el chico de la clase gusta de vos, pósters de estrellas de rock y tutoriales de make up eran la norma de los contenidos pensados para niñas y adolescentes. Pero el mundo ha cambiado mucho en muy poco tiempo, y eso que antes era la regla fue desapareciendo para dar paso a otros conocimientos de divulgación y sobre todo, a un modo de dirigirse a las infancias y adolescencias. Intrépidas representa ese cambio de paradigma con una revista trimestral de pequeño formato que ya es un boom de público. Y no solo de quienes se espera que la lean.

Las entrevistas a científicas actuales, las recetas de cocina siempre con un plus de conocimiento sobre la naturaleza, las actividades para hacer en casa con las bondades de la química como guía son parte de una propuesta que abarca mucho mas que a su público esperado. “Nosotras decimos que está destinada a niñas pero recomendada para todes” dice Anne Sztejnberg, una de las responsables de que esta publicación circule desde 2017. Ella recupera la historia del proyecto y afirma que reciben mails y mensajes de familias y niños copados con la revista.
Ángeles Estrada Vigil, quien empezó a soñar con un contenido distinto para sus hijas, entendió que el lenguaje visual dice mucho de la manera en que se manifiestan las diferencias de género en la sociedad, y armó un equipo donde tanto las palabras como la estética está destinada a que las niñas se sientan tan dueñas del mundo como sus pares varones. “Cuando quería buscar algo que tenga que ver con el hacer, con el probar, con experimentar, de alguna forma relacionado con el pensamiento científico, me encontraba con que no había nada y que lo que sí había para niñas era muy estereotipado y muy vinculado a la apariencia, al ser princesa… Juntando esas dos cosas quise crear una revista propia” dice. Intrépidas no solo es una apuesta para el mercado editorial, bastante magro en oferta para niñes empoderades, sino que es una jugada que significó inversión y el trabajo de muchas personas, que recién en 2018 se consolidaron como equipo y pudieron periodizar la publicación en trimestres. El equipo lo completa María Campano, a cargo de la edición. “Una preocupación muy fuerte que tenemos tiene que ver con achicar la brecha de género en el ámbito científico y poder visibilizar modelos de mujeres científicas o niñas que hacen otras cosas que jugar a ser modelos. En este sentido, siempre decimos que buscamos encender la curiosidad, invitar a que las niñas sean creativas y hacedoras, y sobre todo insistimos mucho en el hacer” dice Anne. Por eso Intrépidas está lleno de experimentos, juegos, test como "¿qué clase de ave migratoria sos?" e historierietas que desafían los roles asignados a lo que se espera de una niña o de un niño.
Enseguida tuvieron muy buena recepción por parte del público, les empezaron a mandar dibujos y comentarios, y observaron que hay una apropiación de la revista en el sentido que es un material que funciona como un libro, no como una revista que se mira una vez y no se vuelve a ella. Actualmente este proyecto autogestivo le da trabajo a 16 personas. Empezó con muy pocos ejemplares en algunas librerías y ahora se distribuye en 50 puntos en todo el país: se puede comprar en CABA, en el conurbano, Santa Fe, Mendoza, Córdoba, Salta y desde su propia web. Además, Intrépidas tiene una pata en la formación, ya que hacen talleres científico-lúdicos y trabajan para escuelas públicas, armando jornadas y charlas para poner en marcha proyectos y juegos que se ven en la revista.

“Nos parece importante que haya un material cultural destinado a niñas, y creemos que hay que insistir mucho en todo lo que tiene que ver con la brecha de género en ciencias. Si bien en Argentina hay una equidad de cantidad de investigadores e investigadoras, en el mundo las mujeres no llegan a un 30 por ciento. Nosotres tenemos una cifra más pareja pero si miramos más de cerca las mujeres se siguen concentrando en disciplinas que tienen que ver con el cuidado como la medicina, la biología o la veterinaria y las ciencias naturales y hay un techo de cristal, el mismo que está en otros ámbitos profesionales y que nos aleja de todos los espacios de decisión. Entonces frente a eso, y empezando a investigar un poco, supimos que ya desde los 6,7 años las niñas sienten que no son tan inteligentes o tan brillantes como los niños, porque todo lo que tiene que ver con matemáticas o ciencias lo asocian a características masculinas. Eso afecta a las niñas y también a los niños o niñes que no se sienten identificados con esos valores de la masculinidad hegemónica. Por eso nos parece clave poder fomentar el pensamiento científico” explica Anne. “Nuestro objetivo no es que todas las niñas se vuelvan científicas pero sí que tengan la posibilidad de observar, experimentar y concluir, tal como propone la ciencia y que todos los niños y niñas tienen incorporado” agrega.

 

Cada número de Intrépidas tiene un tema que lo atraviesa, como el tiempo, el aire, el movimiento, los sistemas o la materia. Los ejes que estructuran la revista son: quiero conocer, quiero hacer, quiero jugar, quiero ser y quiero decir. Hay secciones fijas: entrevistas, recetas, un reportaje a una niña, dos historietas, experimentos, juegos, todo en relación a ese concepto inicial. “Tenemos pautas de lenguaje y la forma en la cual le queremos hablar a las niñas. Es un formato más pequeño de lo común, pensado para que pueda estar en manos más pequeñas" explica y cuenta que nombrar científicas argentinas de la actualidad les ha valido que ellas las contactaran para generar más contenidos y espacios que ampliaran el cerebro intrépido. “Lo más lindo que nos dicen es que ojalá hubieran tenido una revista como Intrépidas cuando ellas eran niñas”.