"No pedimos un menú vegano sino que dejen de matar y explotar seres sintientes". La frase la arrojó al pasar una adolescente mientras corría con su cartel manuscrito para sumarse a la marcha que realizaron los veganos este viernes desde Plaza de Mayo hasta el Congreso, en el Día Internacional del Veganismo. Con una mayoría de jóvenes y adolescentes, con remeras con leyendas antiespecistas, vinchas con cuernos de vacas, bolsos y tatuajes demostrando amor y empatía por los animales, y las clásicas máscaras de Anonymous, los activistas marcharon para visibilizar "la realidad que sufren los animales no humanos que día a día son explotados, torturados y asesinados".

Las pancartas y carteles, a la manera de un prisma, reflejaron las distintas facetas de los reclamos: "No podemos comer animales muertos y sentirnos vivos"; "Los animales no son tu objeto de consumo"; "No deberíamos tener que explicar por qué torturar y asesinar seres inocentes está mal"; "que la gula no nuble tus principios"; o, los animales: "No son transporte", "No son experimentos", "No son entretenimiento".

"El movimiento vegano viene creciendo. Es una filosofía de vida respetando las otras vidas, el testimonio de que se puede vivir de otra manera", dijo Pablo, 22 años y vegetariano en proceso de transición al veganismo, que dejó de comer y usar derivados animales. "Deje de comer miel, huevos y lácteos, y no me resultó complicado, aunque el entorno muchas veces no ayuda", aclaró el joven. Al lado, Luisana, contó que se sumó a la marcha "para visibilizar el maltrato animal", porque tras visitar un santuario, y estar con un toro que ahora es su ahijado, hizo "un click". "Me generó una empatía muy fuerte. Pude entender que no son comida, que no están en el planeta para nosotros, y me hice vegana de un día para el otro, hace nueve meses".

Otra de las jóvenes que llegaron sin pertenecer a ninguna de las organizaciones, Camila, remarcó que "el especismo se tiene que visibilizar. Acá nos horrorizamos porque en China comen perros. En la India se horrorizan porque nosotros comemos vacas y allá son sagradas. Pero es la cultura la que le pone una venda a las personas y eso se puede cambiar. Es, esencialmente, una cuestión moral".

A las 18.30, los activistas desplegaron de frente al Cabildo tres banderas que encabezaron la marcha hacia el Congreso: "Liberación animal", "Basta de esclavismo, Basta de especismo. Si sos neutral en tiempos de injusticia has elegido el lado del opresor. Veganismo es justicia" y "Racismo = Sexismo = Especismo". Detrás se encolumnaron  las organizaciones: activistas independendiente, Anonymous for the Voiceless, Health Save, Animal libre, Voicot, Veganarquistas, entre otras.

"Queremos la liberación animal y terminar con la explotación, que cese el consumo de carne, que se termine la experimentación con animales en laboratorios, el uso para cosméticos y para vestimenta", dijo Erica de Voicot. Y advirtitó que "tenemos un chip cultural que nos hace vivir de una determinada manera sin cuestionarnos, por ejemplo, ¿por qué comemos carne?, ¿por qué los explotamos si son seres sintientes?".

Por detrás de la joven, antes de comenzar a marchar, los activistas de Anonymous repartieron mascaras,  otras organizaciones,  carteles impresos en papel. "Sólo habrá futuro si es vegano", "A mí no me cuesta nada y a ellos les cuesta la vida", "No puedes exigir libertad y consumir opresión", "¿te impresiona como matan a una vaca pero después aplaudís al asador?, fueron algunas de las frases. También las remeras exhibían mensajes: "Violencia es comer animales", "todos somos animales", o la de los Veganarquistas con el eslogan "Creamos el infierno para los animales".

"Marchamos pacíficamente para pedir la abolición de la explotación animal y promover el respeto. Somos diferentes organizaciones que, desde enfoques diferentes, buscamos lo mismo. Algunos hablan más de salud, otros más de medioambientalismo, pero todos somos veganos que estamos en contra de la explotación de otras especies. Es una cuestión ética. Generar el menor sufrimiento posible no es una cuestión alimentaria, aunque este tema emerge a diario", explicó Michelle Castilha, integrante de Anonymous.

Bajo el cielo encapotado y lista para marchar, una adolescente remarcó que "el tema esta visible, tanto", sostuvo, "que este año el especismo ocupó una charla en el encuentro (plurinacional) de mujeres y disidencias". Mientras, una militante sumaba su cartel a la multitud: "Podés elegir mirar para otro lado. Pero ya no vas a poder decir que no sabías".