El gobierno británico suspendió el uso del fracking (o fractura hidráulica) para la extracción de gas. Un informe elaborado por el ente regulador del sector alertó sobre riesgos de temblores sísmicos en las zonas donde se implementa esta técnica, informó la ministra para la Empresa y la Energía, Andrea Leadsom. "Tras examinar el informe está claro que no podemos excluir más consecuencias inaceptables para la población local", señaló Leadsom. Reino Unido no permitirá proyectos de fracking a no ser que se proporcionen nuevas pruebas que avalen su uso. El proceso de fractura hidráulica consiste en crear fisuras subterráneas e infiltrar en ellas una mezcla de agua, arena y productos químicos, para permitir la extracción de gas o petróleo del interior de la roca. Su uso genera polémica por el impacto que produce sobre las poblaciones afectadas y el medio ambiente.