Un nuevo caso de cantos racistas en el fútbol italiano. Esta vez, contra el delantero visitante Mario Balotelli, quien se convirtió en el protagonista indeseado del Hellas Verona-Brescia, por la undécima jornada de la Serie A.

Era el minuto 55 cuando Balotelli, nacido en Palermo y de origen ghanés, estaba protegiendo por la pelota por la zona del corner, oyó unos cánticos discriminatorios, agarró el balón con las manos y lo pateó con fuerza hacia las tribunas. Acto seguido, mientras los jugadores rivales lo increpaban, procedió a emprender su camino hacia los vestuarios.

El partido, en ese momento empatado 0-0 y acabado 2-1 para Verona, fue interrumpido durante cuatro minutos por el árbitro, mientras compañeros y rivales intentaban convencer a Balotelli para que siguiera compitiendo, algo que finalmente ocurrió.

También una parte de la afición veronesa, empezó a corear el nombre de Balotelli, quien regresó al campo y anotó en el 85 un golazo a la escuadra que matizó la derrota 2-1 del Brescia. En Verona, el marfileño Frank Kessie (Milan) había lamentado también un trato discriminatorio por parte de la hinchada local.


Balotelli no quiso hablar después del partido aunque algunos de sus compañeros que estaban cerca de la zona del corner confirmaron que oyeron unos cánticos discriminatorios. "Estamos con Mario. Estamos en contra de todas las formas de racismo. Racistas ignorantes", publicó en su cuenta de Instagram el representante del delantero, Mino Raiola, tras lo sucedido.

Desde la tribuna

El que sí habló -y con ganas- fue uno de los jefes de la hinchada ultra del Hellas Verona. "Balotelli es italiano porque tiene ciudadanía italiana pero nunca puede ser completamente italiano. Balotelli es un jugador terminado, hace de payaso al tirar la pelota", explicó Luca Castellini, entrevistado por la veneciana Radio Café.

"Nosotros tenemos una cultura de identidad de cierto tipo, somos una hinchada que es irreverente. Nos burlamos del jugador calvo, del que tiene pelo largo, del jugador del sur y del jugador negro, pero no lo hacemos con instintos políticos o racistas. Esto es folklore", consideró el también miembro del partido político italiano Forza Nuova, de ideología de extrema derecha.