El oficialismo saliente realizó un balance sobre su gestión económica. En un documento titulado “8 puntos sobre la economía” que distribuyó Marcos Peña, se indica que “hemos revertido la herencia de 2015” y “el país está listo para crecer”. Incursionando en la literatura de ciencia ficción, el documento oficial señala que “por primera vez en mucho tiempo” tuvo “una idea de largo plazo” basada en“reglas claras, estabilidad económica e inserción en el mundo” para “lograr un crecimiento sostenido”. La falta de reglas claras como el paso de una política de total desregulación del mercado de cambios a un cepo más duro que en tiempos de CFK, la inestabilidad de un dólar en permanente explosión, el cierre de los mercados de créditos internacionales por sobre endeudarnos, la economía con bajas en la actividad en 2016, 2018 y 2019, son la triste realidad con la que se estrella el relato oficialista.

Ya largado a sanatear Peña afirma que apagaron los motores de la inflación al corregir las tarifas, el dólar y el desequilibrio fiscal. El hecho de que la inflación ronde el 55 por ciento anual más que duplicando los niveles heredados de la anterior gestión, no parece haber hecho mecha en el diagnóstico errado sobre sus causas. La exacerbación de los aumentos de precios que provocan las fuertes subas de las tarifas y el dólar, incuban su posterior retraso induciendo nuevos tarifazos y devaluaciones, espiralizando las subas de precios. De esa manera, lejos de apagar los motores de la inflación, todos estos años los estuvieron acelerando.

Respecto al equilibrio fiscal, más allá de ser señalado erradamente como el causante de la inflación, tampoco es real. Durante a gestión Macri el déficit de las cuentas públicas se mantuvo en torno al 5 por ciento del PIB y se busca reducirlo -con pocas chances de lograrlo- a 3,2 por ciento en 2019, una cifra superior al déficit heredado en 2015 que alcanzó el 2,3 por ciento. El ajuste del gasto público que padece la población se vió compensado por el aumento del gasto en intereses de la deuda. El equilibrio de las cuentas púbicas publicitado por el oficialismo es una ficción que armaron al excluir el gasto en intereses por el pago de la deuda al momento de analizar las finanzas del Estado.

En el mundo paralelo de Peña y Macri se crearon “1.250.000 puestos de trabajo, incuido los informales”, pese a que la tasa de desempleo aumentó hasta alcanzar los dos dígitos. La cifra del oficialismo surge de tomar la tasa de empleo (cantidad de empleados en relación a la población) que permaneció estable y considerar el incremento de la población de los últimos años. Como la Secretaría de Trabajo indica que no se generaron empleos registrados desde 2015, la realidad festejada es que todos los que ingresaron al mercado laboral durante la actual gestión tuvieron como destino el desempleo o la changa. Una dura realidad que debería llamar a silencio al saliente presidente y su circo.

@AndresAsiain