A contramano de lo que fueron sus propias prácticas cuando les tocó ocupar la oposición, referentes de Cambiemos salieron ayer a pedir que el Frente para la Victoria evite el uso de carteles y de expresiones críticas contra Mauricio Macri durante la Asamblea Legislativa que se realizará hoy. La vicepresidenta Gabriela Michetti acusó al kirchnerismo de tener “una cultura mucho más agresiva” y consideró que las pancartas o las manifestaciones desde las bancas “no son buenas para la democracia” y que “tampoco la gente las disfruta”. En el mismo sentido se expresaron el titular del bloque de Diputados radicales, Mario Negri y su par del PRO, Nicolás Massot, quien reclamó que el FpV “esté a la altura de las circunstancias” y “cuiden la imagen presidencial”. “Nunca hemos tenido una Asamblea Legislativa sin que en aquel momento la oposición no levantara la voz contra Cristina o hayan dejado vacío el recinto. No tienen autoridad moral para decirnos nada”, retrucó en diálogo con PáginaI12 la diputada Teresa García, secretaria del bloque del FpV-PJ.

El Gobierno nacional lanzó ayer una campaña para victimizarse, abriendo el paraguas ante lo que podría ser una controvertida apertura de sesiones por parte del Presidente. Será la segunda vez que Macri se dirija al Congreso y en esta ocasión no podrá solamente que hablar de la “pesada herencia” o volver a repetir sus promesas de campaña sino que deberá poner en discusión su primer año de gestión. 

Aunque no adelantaron sus cartas, se espera que tanto el kirchnerismo como otros sectores de la oposición hagan eje en el deterioro de todos indicadores socioeconómicos y en los escándalos como Panamá Papers o los conflictos de intereses más recientes vinculados al Correo Argentino, las aerolíneas low cost, y el presunto pago de sobornos al actual jefe de Inteligencia, Gustavo Arribas. “No es un problema de falta de respeto al Congreso ¿dónde le decís las cosas (a Macri) si no tenés donde expresarte? La verdad es que ellos deberían estar preocupados por otras cosas mucho más importantes”, disparó un miembro de la oposición tras conocer las declaraciones de los legisladores oficialistas.

El primero en sentar la postura del macrismo fue Massot. Dijo que “lamentablemente” esperan del kirchnerismo el despliegue de algún mensaje sobre sus bancas. “Los gobiernos son circunstanciales, pero lo único que no es una circunstancia es la investidura del Congreso”, sostuvo el diputado macrista, quien reclamó cuidar “la imagen” que se da del Parlamento. “Esta práctica es común en el Frente para la Victoria”, dijo Massot, y pidió que “mañana sea la excepción y podamos de manera tolerante y madura dar una imagen de institucionalidad que esté a la altura de las circunstancias”. 

Lo cierto es que la utilización de carteles y la realización de expresiones desde el recinto ha sido una actitud recurrente de los opositores durante los gobiernos del kirchnerismo. En las crónicas parlamentarias puede verse el uso de un cartel que decía “AMIA apertura de archivos”. Por fuera de la apertura de sesiones, la oposición se cansó de pegar en sus bancas distintas consignas. Los radicales apuntaron contra Amado Boudou, criticaron al PJ en la sesión de la estatización de YPF o cuestionaron las estadísticas oficiales del Indec.

El 1 de marzo 2011, el entonces vicepresidente Julio Cobos llevó a las galerías del Congreso un grupo de militantes radicales para que lo vitorearan frente a su compañera de fórmula. “Un poquito más de educación pídale a su gente”, le dijo en aquel momento Cristina a Cobos, mientras sus partidarios gritaban desde un palco: “Se siente, se siente, Cobos Presidente”. Al repetirse la situación, la Presidenta le hizo un comentario al titular de la Cámara baja, Eduardo Fellner: “Después nos dicen a nosotros que no respetamos las instituciones”, ironizó CFK.

Aunque ya estaba en el Congreso, el diputado cordobés Mario Negri no pareció recordar ayer esa situación: “Esperemos que podamos escuchar el primer balance del Presidente en el recinto y que éste no se convierta en un campo de batalla bochornoso”, subrayó el jefe del interbloque Cambiemos. 

Desde el Movimiento Evita también adelantaron que no se quedarán callados durante el discurso. “No permitiremos que Macri mienta sobre la dura situación económica que atraviesa el país”, aseguraron en un comunicado del bloque de diputados del Peronismo para la Victoria. “Si es cierto que los objetivos de Cambiemos para este año serán la baja de la inflación y el crecimiento del empleo, estarían repitiendo las mismas mentiras con las que llegaron al poder”, agregó Leonardo Grosso.

Hubo casos donde directamente algunos legisladores de la oposición se ausentaron de la asamblea. Además de Elisa Carrió, uno de los casos más resonantes fue el de la ultramacrista Laura Alonso, actualmente al frente de la Oficina Anticorrupción.