Llevar a gran escala música de videojuegos y animé es el proyecto que persigue Power Up, con una respuesta de público entusiasta, años de experiencia -fundada en 2012- y una proyección que ya les hace reconocidos en otros países. Con la tarea orgánica en manos de Mariano Cazorla (director general) y Flavia Pérez (cantante y producción), Power Up Big Band desembarca hoy a las 20, en la Sala Saulo Benavente (Alem 3086).

"Power Up se gestó a partir de la necesidad de Mariano (Cazorla), alguien absolutamente fanático de los videojuegos y del animé. Él es el director y arreglador, y fue sumando al grupo miembros que nos sintiéramos identificados con la propuesta. En mi caso, desde muy chica tuve mi Game Boy, era una fanática de mis juegos, y de Sailor Moon especialmente. Pero con Power Up hay lugar para todos. De repente, el trompetista es fan de una saga de video juegos y le trae a Mariano un montón de temas que pueden disparar una idea para el concierto. Así se van disparando las nuevas temáticas que se generan", explica Flavia Pérez.

Efectivamente, el derrotero y repertorio de Power Up es un ida y vuelta con el público. Como refiere la cantante, "cada show tiene un contenido que está inspirado por lo que piden tanto las personas del público como por los mismos miembros de la Big Band, de la orquesta o del coro, según la formación que elijamos para cada show. Así que es un poco una tarea colaborativa seleccionar qué vamos a hacer".

-¿Cómo surge el proyecto?

-Mariano es saxofonista, y siempre disfrutó mucho ser parte de Big Bands y de formaciones con muchos vientos. Además, es fanático de la música funk, uno de sus referentes es Maceo Parker, y esas influencias le produjeron la intención de empezar a componer para este tipo de formaciones y buscar ese sonido. Si bien Power Up tiene que ver con el mundo de los video juegos, no es algo excluyente. Mariano tiene mucha formación orquestal, buscó hacerle justicia a esta música, y hacer arreglos que respetaran el orgánico de la música original. La Big Band creció y se amplificó con un coro, ahora estamos tocando incluso con tambores taiko, japoneses, que le dan una sonoridad muy particular a muchos temas.

Cada show tiene un contenido inspirado por lo que pide el público y también por los mismos miembros de la Big Band, la orquesta o el coro.

 

-En lo personal, ¿qué te aportó Power Up?

-Lo que más disfruto es esta interacción que tenemos con el público. Siempre decimos que el que está en el público podría estar en el escenario, porque primero tenés que tener mucho amor y respeto por esta música, valorarla para poder entenderla, o tener la intención de empezar a conocerla. Me gusta que sea un proyecto que se haya abierto para gente que tal vez no se veía representada en espectáculos musicales semejantes. La verdad es que somos una cosa medio rara, no hay otro proyecto así, ni en Argentina ni en la región.

-Entiendo que los arreglos de Mariano, así como su aptitud para intervenir las canciones, tienen que ver con lograr un resultado coherente con la propuesta.

-Es la prioridad número uno. Mariano arregla todos los temas. Su prioridad y la del resto del equipo es que esto sea de muchísima calidad y que esté al servicio de la música. Pero también tiene que empezar a reinterpretar en un montón de sentidos. Por ejemplo, en la época de los videojuegos que tenían dos melodías, ¿cómo hacés para llevar eso a una orquesta? A partir de ahí, Mariano tiene que reinterpretar, hacerle justicia, y crear toda otra línea de cosas que sucedan con la sección de cuerdas, con la sección de vientos, y con toda la parte eléctrica. Se trata de mantener una buena calidad y de jugar también como un niño, para llevar sorpresas al show. A Rosario vamos a llevar un medley de canciones de la Nintendo, y todo eso no existe, él simplemente reinterpreta las melodías chiquitas que se repetían y armó una súper combinación en distintos estilos.

-En ese sentido, ¿qué anécdotas o desafíos podés contar?

-Lo que te puedo contar es que a veces esto es muy amplio, y no es que conocemos todo. A veces tenemos que estar unas cuantas horas mirando un animé, o Mariano tiene que jugar un videojuego para empezar a interiorizarse en ese tema, para ver de qué se trata, y a partir de ahí sentir la energía de esa historia y poder reinterpretar la canción.

 

Power Up se conforma de una parte eléctrica -bajo, guitarra, batería, teclado-, sección vientos -cuatro saxos, tres trompetas, dos trombones-, cantante e invitados. "De acuerdo con el show, la formación se amplía o modifica, hay un montón de músicos de orquesta que participan según lo que se requiera. A Rosario estamos yendo con una formación sorpresa, que tiene un poco de todo para los temas que nos pidieron en el grupo de Facebook: muchísimo animé, Ranma, Sailor Moon, no puede faltar Caballeros del Zodíaco y Dragon Ball, habrá mucho Sonic, y también algunos medleys y sorpresas.