El canciller de México, Marcelo Ebrard, anunció en conferencia de prensa que el ex presidente de Bolivia Evo Morales solicitó asilo político en ese país y le fue concedido. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se suma así a las mejores tradiciones de su país en materia de lugar de refugio para los perseguidos políticos del resto de América latina.

"Les informo que hace unos momentos recibí una llamada del presidente Evo Morales mediante la cual ha respondido a nuestra invitación y solicitó verbalmente y formalmente el asilo en nuestro país".

Ebrard explicó que el asilo le fue concedido "por razones humanitarias y ante el peligro que corre su vida".

El canciller mexicano ya se había pronunciado sobre la situación institucional en Bolivia y había sido tajante al señalar que lo ocurrido en Bolivia había sido un golpe de Estado. También informó que México recibió más de 20 solicitudes de asilo político.

"El ejército de Bolivia pidió la renuncia del presidente y el presidente Evo Morales resolvió presentar su renuncia para evitar una guerra civil, por consiguiente es un golpe porque el ejército pidió la renuncia del presidente y eso violenta el orden constitucional", afirmó Ebrard. "Eso nos tiene muy preocupados, porque es un retroceso para todo el continente". 

Durante el primer año de su gobierno, López Obrador estuvo concentrado en sus iniciativas de política interior, con muy pocas definiciones en el plano internacional. Pero la agudización de la situación venezolana primero, y el golpe de estado en Bolivia después, aceleraron sus tomas de posición en ese ámbito. En su decidida defensa de la democracia y la autodeterminación de los pueblos, se encolumnó con lo más destacado de la historia mexicana en el tema.

Su intervención en el caso boliviano significa para el gobierno de López Obrador una clara toma de posición, ya que el anuncio de la aceptación del asilo político de Evo Morales se produjo poco tiempo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, festejase el desplazamiento del ex presidente como una señal "para los gobiernos de Venezuela y Nicaragua".

“Latinoamérica ha sido testigo en su historia de lamentables y violentos acontecimientos en los que el orden constitucional se rompe y autoridades democráticamente electas se ven obligadas a abandonar todo para proteger su vida y su seguridad. En numerosas ocasiones, a iniciativa, o con la participación de las Fuerzas Armadas, que tienen como encomienda principal proteger el orden democrático”, recalcó Ebrard en abierta contradicción con los dichos de Trump, que celebró la participación de los militares bolivianos en el golpe contra Evo Morales.

El propio canciller enmarcó la decisión en la historia diplomática de su país: "México se ha caracterizado por su tradición en materia de protección a asilados a lo largo de su historia. Se ha mostrado como un Estado incluyente y solidario cuyas puertas han estado abiertas para quienes han tenido la necesidad de abandonar sus países por persecución política y otras causas”.  Las bases legales de ese rumbo hay que buscarlas en la Convención sobre Asilo de La Habana de 1928 y la Convención sobre Asilo Diplomático firmada en Caracas en 1954. El canciller explicó que la legislación mexicana también reconoce el instituto del asilo político en su Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de 2011. "La tradición a la que me refiero también tiene como base el artículo 15 de nuestra Constitución. Vale recordar que México ha sido tierra de asilo para personas como Giuseppe Garibaldi, José Martí, Luis Buñuel, León Felipe, Rigoberta Menchú y Víctor Raúl Haya de la Torre".

En el caso argentino, a esa lista se debería agregar, entre otros, los del ex presidente Héctor Cámpora y el del antiguo delegado personal de Juan Domingo Perón, Juan Manuel Abal Medina. Los dos obtuvieron refugio en la embajada de México en Buenos Aires el 24 de marzo de 1976, y tuvieron que permanecer en ella hasta 1982, cuando en medio de la guerra de Malvinas obtuvieron un salvoconducto para viajar a la capital mexicana por parte de la ya golpeada dictadura argentina. El motivo que esgrimieron los represores fue entonces la enfermedad de Héctor Cámpora, un cáncer que terminó con su vida poco después de su llegada a México.



“El otorgamiento de asilo es un derecho soberano del Estado mexicano que va acorde con sus principios normativos en política exterior para proteger los derechos humanos y respetar la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de las controversias y la no intervención. Esta decisión la hemos hecho ya del conocimiento de la Organización de Estados Americanos, la haremos de la Organización de las Naciones Unidas invocando, de acuerdo a los tratados y convenciones internacionales, la protección internacional a la vida, la libertad y la integridad de Evo Morales”, se explayó el jefe de la diplomacia mexicana, quien también relató que su país había iniciado los trámites para conseguir un salvoconducto para el expresidente de Bolivia.

México fue el primer país en ofrecer asilo político a Morales, quien se vio obligado a renunciar este domingo, forzado por las presiones de las Fuerzas Armadas y agentes de seguridad, en medio de los violentos ataques a funcionarios y simpatizantes de su gobierno.