Los que saben jugar al fútbol no solo llevan la pelota atada al pie como Juan Román sino que también construyen la ilusión de esconderla bajo la suela de su botín, estando siempre allí, pero sin que los defensores puedan verla.

Algo parecido hicieron las corporaciones mediáticas en estos últimos cuatro años blindando la información de modo tal que la operación de ocultamiento nunca fue percibida.

"Le pegamos terrible baile" para una victoria contundente, "le faltan un par de jugadores", cuando está loco, "nos llenaron la canasta" cuando perdemos de forma aplastante, ¡morfón!, le gritamos al egoísta. Las figuras futboleras impregnan nuestro devenir diario expresando ―sin que lo notemos― la realidad de nuestro alrededor.

El blindaje siempre estuvo pero no lo veíamos. Es que los genios de la comunicación descubrieron que, para no terminar de cortar el piolín en el que colgaba el contrato de lectura firmado con los suscriptores, era necesario comenzar a llenar la tapa de los diarios con noticias acordes a las necesidades del público, claro está, sin descuidar jamás la espalda del poder real.

Como para muestra basta un botón -según el refrán popular- vamos a tomar algunos titulares del diario La Nación (tribuna habitual de la oligarquía) que, en apariencia, desbordan de objetividad pero en el fondo no hacen más que esconder al sujeto responsable de la noticia, con maniobras sintácticas y semánticas de encubrimiento que constituyen el basamento del blindaje mediático al mejor estilo Román escondiéndola bajo la suela.

Esto es muy sencillo: basta con desmantelar los enunciados en su estructura básica (sujeto+verbo+predicado) tal como hacíamos con los análisis sintácticos del colegio, para conocer el trasfondo de las noticias.

Vayamos al grano, el titular dice así: “La pobreza subió al 35,4% y afecta a 14,4 millones de argentinos” (diario La Nación). "La pobreza subió" es una transformación de la estructura básica “X subió la pobreza”, en la que obviamente X es el sujeto responsable pero, como bien apreciamos, hay una pasivización que no deja saber de quién se trata. O acaso ¿la pobreza aumenta sola porque a la gente le gusta ser pobre? Evidentemente es el resultado de un modelo económico llevado adelante por Mauricio Macri, aunque no figure en el título porque está escondido debajo de la suela. Y se menciona el crecimiento de la pobreza porque la coyuntura lo obliga pero se invisibiliza al Presidente quien, a través de su modelo neoliberal de transferencia regresiva de los ingresos, provocó el incremento salvaje de la pobreza.

Situación similar ocurre con el titular: “En un año, 600.000 chicos más cayeron en la pobreza” (diario La Nación). También es una transformación de la estructura básica “X hizo caer en la pobreza”. Nuevamente, se menciona la pobreza pero no nos dice quién empujó a los chicos a esa situación en la que parece que caen porque quieren y no porque un proyecto los empujó a estar por debajo de esa línea. Resulta claro que las pasivizaciones de estos titulares tienen como fin la supresión del agente responsable que, por algún acuerdo, no se puede o debe mencionar.

¿Ven? El blindaje de la información, como también la pelota debajo del pie de Román, nunca dejaron de estar. Pasa que hay algunos poderosos que construyen esa ilusión. Salvo para nosotros, que somos los que dejamos todo en la cancha con el compromiso de desenmascararlos.

* Magíster en Comunicación.