El ejército israelí mató en la Franja de Gaza a un jefe militar del grupo armado palestino Yihad Islámica. Al menos diez palestinos murieron en el ataque, entre ellos el comandante Baha Abu al Ata, y su esposa Asma. El ejército israelí anunció que había atacado el edificio donde vivía el líder en el enclave palestino de Gaza, controlado por el movimiento islamista Hamás. Israel justificó el ataque asegurando que Abu al Ata era el responsable de numerosos disparos de cohetes contra Israel. En respuesta la Yihad Islámica lanzó unos 200 cohetes, la mayoría de los caules fueron interceptados por el sistema caza bombas israelí. "Israel no desea una escalada, pero debemos hacer todo lo necesario para protegernos. Les digo de antemano que esto podría llevar tiempo", advirtió el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.