La reunión de los BRICS, que encuentra a las cinco economías emergentes más importantes del mundo, tuvo como telón de fondo la conflictiva relación entre China y Estados Unidos. Los mandatarios de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, resaltaron la necesidad de evitar medidas proteccionistas, en referencia a la política comercial del presidente estadounidense, Donald Trump. Tambíen se comprometieron a potenciar las relaciones multilaterales. Ante estas definiciones el presidente de Brasil Jair Bolsonaro tuvo que tener mucha cintura para no atacar a su aliado norteamericano.

Este año la reunión tuvo como sede la ciudad de Brasilia, en Brasil. Del evento participaron los presidentes de China, Xi Jinping; Rusia, Vladímir Putin; Brasil, Jair Bolsonaro; Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, e India, Narendra Modi. El documento final que dejó el encuentro planteó la defensa de las instancias multilaterales de negociación. “Es esencial que todos los miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) eviten medidas unilaterales y proteccionistas", afirma la declaración final del bloque. "Las tensiones comerciales y la incertidumbre política afectaron la confianza, el comercio, las inversiones y el crecimiento. En este contexto, recordamos la importancia de los mercados abiertos, de un ambiente de negocios y comercio justo, imparcial y no discriminatario", sostiene el texto.

Xi Jinping hizo incapié en la necesidad de luchar contra el proteccionismo y el unilateralismo. El mensaje fue como un misil teledirigido hacia la política exterior de Trump, afín a imponer aranceles a los países con los que entra en conflicto. China viene sufriendo esa política comercial desde hace meses, con subas impositivas periódicas a sus exportaciones. Por su parte Putin respaldó al presidente chino al criticar el proteccionismo y el impulso que se está dando a las sanciones unilaterales.

Estas medidas chocan con la política que está tomando el ultraderechista Jair Bolsonaro. Por lo que el presidente brasileño tuvo que mostrar su lado más pragmático. Así, evitó tomar partido en la guerra comercial entre China, su mayor socio comercial, y el Estados Unidos de Donald Trump, su principal aliado internacional. "No voy a entrar en esta guerra comercial", afirmó a la salida de su residencia oficial en Brasilia. Días atrás había dicho que China era cada vez más parte del futuro de Brasil. "Queremos lo mejor para nuestro pueblo a través de este tipo de relación", agregó Bolsonaro.

Con respecto a las relaciones comerciales con Pekín, el presidente brasileño se comprometió a aumentarlas y diversificarlas. Incluso el ministro de Economía, Paulo Guedes, afirmó que ambos gobiernos están hablando sobre la posibilidad de crear un área de libre comercio. Por su parte, el presidente chino auguró un futuro prometedor con Brasil. Pero esa luna de miel tendrá su prueba más dura el año que viene, con la selección crucial de la empresa encargada de instalar la red 5G en Brasil. Si Bolsonaro elige a la empresa china Huawei, será como un baldazo de agua fría para el gobierno de Estados Unidos. La administración Trump está haciendo lobby con sus aliados de todo el mundo para impedir que el gigante chino instale esa tecnología móvil de alta velocidad.