La Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) aumentó 227 por ciento durante el gobierno de Cambiemos. En abril de 2016, cuando fueron lanzados los créditos UVA, era de 14,05 pesos, mientras que el 10 de diciembre próximo, último día del gobierno de Macri, se ubicará en 45,91 pesos. Esta disparada va en línea con la inflación, dado que la UVA es una unidad de medida que se actualiza en base al índice de precios. Pero no así con los salarios formales, que se incrementaron 133 por ciento entre octubre de 2016 y octubre de 2019, según la consultora Ecolatina.
El aumento de la UVA fue el motivo de reclamo de los hipotecados, dado que la cuota mensual y el capital adeudado se dispararon. Cuando todavía no pasaron ni 4 años del lanzamiento de este sistema, con créditos que son a 20 años, el Gobierno salió al rescate y congeló las cuotas entre agosto y diciembre. Lo cierto es que la cuota aumenta, al ritmo de la inflación, pero el Estado pone la diferencia. “En enero cuando termine la medida, las cuotas van a saltar un 23 por ciento”, estimó Federico Wahlberg, quien tomó este tipo de crédito y es uno de los voceros del colectivo de hipotecados.
Desindexar deudas
Macri propuso que los hipotecados tengan aumentos en sus cuotas según la variación de los salarios. Pero para eso, el presidente debía ser reelegido, se tenía que modificar la resolución de la UVA del Banco Central, y crearse un fondo compensador ante las diferencias que se generarían con la inflación. Nada de eso ocurrió, y la iniciativa quedó en un anuncio de campaña. Por este motivo, los hipotecados buscan una solución. Durante la campaña, mantuvieron reuniones con el equipo técnico de vivienda que designó el Frente de Todos. “Nos dijeron que iban a revisar en forma integral los créditos, pero no hubo una definición de la letra chica”, contó Wahlberg.
Los hipotecados rechazan que las cuotas se actualicen por los salarios. Aseguran que el coeficiente es un promedio que no representa la realidad de muchos de los tomadores de crédito, en un contexto de aumento del desempleo. “Estamos sobreendeudados, hay casos que la relación cuota-ingreso pasó del 25 al 40 por ciento del salario”, agregó Walhberg. En este sentido, la propuesta que presentarán es que no haya indexación de ningún tipo en el capital adeudado ni en las cuotas. Esto significaría directamente salir del sistema UVA, dado que de congelarse el capital, la deuda dejará de ser en UVA para ser en pesos.
“Habría que cambiar los contratos que firmamos, donde se establece que los créditos están fijados en UVA. Las cuotas quedarían determinadas por los intereses del banco y se pasaría a un crédito tradicional”, amplió Walhberg sobre su propuesta. El objetivo es que tengan previsibilidad de cuánto van a pagar por mes y bajar el endeudamiento de las familias. Si bien la relación cuota-salario que solicita el banco al aceptar el préstamo es del 25 por ciento, no hay estadísticas de cuánto es en la actualidad, luego de que las cuotas aumentaran por encima de los salarios.
Walhberg asegura que para esta propuesta se basaron en una medida de 2003, cuando se pesificaron los créditos en dólares establecidos en los años de convertibilidad y que se volvieron impagables tras la megadevaluación. “Alberto Fernández era el jefe de gabinete en ese entonces, conoce bien este rescate”, aseguró. El presidente electo, durante la campaña, hizo referencia al tema. “Tenemos que hacer una salida para la UVA que empiece por desdolarizar lo que tienen que pagar de cuota, en 2003 tuvimos el mismo problema y lo vamos a resolver de nuevo”, dijo Fernández.
Una persona que tomó un crédito de un millón de pesos, en marzo de 2016 pagaba una cuota de 7.915 pesos. La cuota 43, de octubre de este año, fue de 23.872 pesos. El saldo adeudado pasó de un millón de pesos a 2.792.853 pesos. Y la deuda en dólares, de 65.517 a 43.981 dólares. Así se desprende de datos provistos por el analista financiero Christian Buteler, en base a un crédito del Banco Nación con plazo a 20 años y tasa fija de 14 por ciento para los primeros 3 años y luego variable.
Defensores del UVA
Lucas Llach, vicepresidente del Banco Nación, dijo a este diario que el beneficio que tienen los créditos UVA en la actualidad es que siguen existiendo. “Cuanto más alta la inflación, es mayor la ventaja de los créditos UVA sobre los créditos con cuotas fijas, por la diferencia en la cuota inicial. Con esta inflación, ya sería tan alta la cuota inicial en uno con cuota fija que directamente no existe”, aseguró.
Con respecto a los aumentos de las cuotas, dijo que es el “ítem más estable de la canasta de consumo”, dado que sigue el índice de inflación, que es un promedio. “La cuota es el último ítem que sube cuando hay una aceleración inflacionaria”, dijo. Y realizó una comparación de las hipotecas de casas con los planes de ahorro de autos: “Es sorprendente que para los autos nadie tiene un problema en los planes, cuyas cuotas siguen el valor del auto, y en cambio con la casa existe toda esta discusión”.
El consultor Iván Carrino explica que es cierto que el capital adeudado y las cuotas se dispararon, si se las mira en pesos. Pero asegura que en el mismo período el dólar aumentó por encima de la inflación (322 por ciento, contra 227 que subió la UVA entre marzo 2016 y diciembre 2019). Por lo que la deuda, que es en pesos, se redujo en dólares, y la propiedad, que está en dólares, mantuvo su valor. “Es la ventaja de endeudarse en pesos, ajustados a la inflación, cuando el país atraviesa una devaluación real. La situación patrimonial del deudor mejoró, lo que puede explicar por qué la mora en los créditos, a pesar del deterioro de la relación cuota-ingreso, es muy bajo”.
De 102.377 financiaciones hipotecarias en UVA, 623 se encuentran en una situación irregular, es decir, 0,6 por ciento del total, según el último informe de bancos del Banco Central de agosto, destacan los defensores del sistema de indexación. La mora de los créditos hipotecarios es de 0,46 por ciento en los UVA, y 0,79 por ciento en los restantes, agregan.