La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) pedirá a la Justicia que llame a declaración indagatoria al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y al ex jefe de la Policía local, Fabián Perroni, en la causa en la que se investiga el incendio en la comisaría de Esteban Echeverría ocurrido hace un año y en el que murieron diez presos.
Según informó el organismo en un comunicado, "los dos funcionarios conocían, por oficios de distintas instancias judiciales e informes del propio ministerio, las graves condiciones de detención en la Comisaría 3ª de Esteban Echeverría". Además, señalaron que la sede policial tenía siete órdenes de clausura, no tenía colchones ignífugos ni red contra incendio; y desde 2011 estaba inhabilitada para alojar personas detenidas. "Ritondo y Perroni tenían el deber de garante de la vida de esas personas y el control operativo para actuar y resguardar su integridad, pero no hicieron nada", indicaron desde la CPM.
En la causa, según informaron, aún no hay imputados y para los integrantes de la Comisión la Justicia debería imputar a "Ritondo y Perroni por los delitos de abandono de personas seguido de muerte y violación de los deberes de funcionario público".
"Después de la Masacre de Pergamino, ocurrida en marzo de 2017, donde murieron siete personas, la Corte llamó a Ritondo y al ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, y los intimó a presentar un plan de reforma. Una vez más, pese a las reiteradas notificaciones e intimaciones judiciales, el ministerio a su cargo no dio respuestas que permitieran revertir esta situación", detallaron en el comunicado.
Ahora será el titular de la Unidad Fiscal 4 de Lomas de Zamora descentralizada de Monte Grande, Fernando Semisa, quien deberá resolver el pedido de la CPM, que patrocina a nueve de las diez familias de las víctimas fatales.
El incendio ocurrió en la madrugada del 15 de noviembre del año pasado en la Comisaría 3ª de Esteban Echeverría y terminó con diez muertos: dos en el lugar y ocho en hospitales durante los días siguientes.
Este viernes, familiares y amigos de los diez presos que murieron marcharon hasta el frente de la sede policial para reclamar justicia.