El Plan Nueva Oportunidad es probablemente el programa social más exitoso que se haya implementado en Santa Fe. El proyecto se inció en 2013 en Rosario y más tarde se amplió a otros muncipios de la provincia. En la actualidad contiene unos 17 mil jóvenes en situaciones complejas, de los cuales 11 mil se encuentran en Rosario. Entre las tantas preocupaciones que ha provocado la transición, la continuidad de este programa reviste especial sigificación, por tanto es un dato positivo que el gobernador electo, Omar Perotti, no sólo ratifique su permanencia, sino que haya instruido a sus equipos del área social para que se avance en el diálogo no ya con los intendentes cuyas ciudades son beneficiarias del plan, sino con otros que podrían desarrollarlo. Y un hecho novedoso: la apertura a nivel nacional, en conversaciones con quien será seguramente el Ministro de Desarrollo Social de Alberto Fernández, Daniel Arroyo, y con otros integrantes del futuro gabinete que concurren a la problemática de los jóvenes incluidos en el PNO, como las carteras de Justicia y Trabajo. De hecho, Danilo Capitani --seguramente el próximo ministro del area social de la provincia-- ha comenzado los contactos para "potenciar el programa, no sólo en capacitación sino en organización. Para facilitar la salida laboral de quienes adquieren un oficio y explorar variantes para su insersión laboral", dijo a Rosario/12 una alta fuente de la futura gestión.

Si bien esta noticia llevará tranquilidad a quienes se movilizaron el jueves pasado por las calles de la ciudad en defensa de la continuidad del proyecto, la demanda de las organizaciones involucradas en el funcionamiento del programa es que se sancione una ley que lo garantice, situación que no fue descartada por la fuente consultada que sostuvo que "lo más importante es que haya más gente participando, capacitándose, y que el nueva oportunidad se amplíe y sea la primera opción que tengan jóvenes que no han podido acceder el programa. Para eso vamos a optimizar los recursos trantando de mejorar la salida laboral, la incoporación a trabajos de mano obra facilitando las cosas a quienes tomen nuevos puestos, armar cooperativas, buscar variantes para que se incorporen los jóvenes al mundo del trabajo", adelantó el dirigente del PJ.

"Nosotros creemos que el número se puede ampliar, porque son realmente muchos los pibes y pibas que necesitan salir de una situación social muy compleja", dijo durante la movilización de la semana pasada Facundo Peralta, militante de base en Villa Banana y referente de "Causa", una de las 50 organizaciones entre clubes de barrio, gremios, ONG, agrupaciones políticas, religiosas y de base que se congregan entorno al plan.

Ya hay contactos con futuros funcionarios de Alberto Fernández para que aporten recursos para la ampliación del plan.

Es una preocupación adicional para los dirigentes y también los capacitadores la cuestión estacional, sostienen --y con razón-- que el fin de año y los meses de verano son particularmente conflictivos, por eso mismo han entablado reuniones con las autoridades salientes, pero la principal expectativa esta dada por llegada del nuevo gobierno, tanto provincial como municipal. En ese sentido, el futuro secretario del área de Rosario, Nicolas Gianeloni le dijo a este cronista que "algo ya han conversado Javkin y Perotti y lo seguirán haciendio, y también teníamos noticias de que el programa era bien visto por el nuevo gobierno que tendrá la nación a partir del 10 de diciembre".

En esa dirección se va a trabajar con la perspectiva de ampliar el número de particpantes del programa, para ello --según la fuente consultada-- una vez que asuma Perotti va a convocar a los intendentes del área metropolitana, en donde Pablo Corsalini, jefe comunal de Pérez, tendrá un rol importante como referencia del peronismo, lo mismo que su colega de Villa Gobernador Gálvez, Alberto Ricci y desde ya Pablo Javkin que conoce en detalle las características del PNO.

 

"La prioridad para el Estado tienen que ser los pibes", dicen los referentes del programa, y por los aprontes de las nuevas gestiones, más allá de la situación de crisis financiera y económica que deberán afrontar, todo indica que el orden de prelación es el mismo. Sólo resta que se concrete, y para ello hay darle tiempo al tiempo.