Una de las sorpresas, tal vez la única de una gala de clausura con premios casi cantados, fue el homenaje que el Festival de Cine de Mar del Plata le brindó al crítico y programador Luciano Monteagudo, nombre que los lectores de Página/12 reconocerán de inmediato, a quien se honró con un Premio a la Trayectoria. Integrante histórico de esta redacción –a la que se sumó en 1989 apenas dos años después de la primera edición del diario—, Monteagudo es considerado uno de los representantes más lúcidos de la crítica cinematográfica en la Argentina.

Este premio con el que el Festival de Mar del Plata celebró la trayectoria de Monteagudo tuvo como objeto reconocer en especial sus cuatro décadas de trabajo como responsable de la programación de la Sala Leopoldo Lugones del Teatro General San Martín, espacio emblemático de la cinefilia porteña, lugar que ocupó desde 1979 hasta su retiro, hace apenas unas semanas. La distinción fue entregada por el staff completo de los programadores del festival, encabezado por su actual directora artística, Cecilia Barrionuevo. El encargado de anunciarla fue el programador Marcelo Alderete, quien describió al homenajeado como "uno de esos maestros discretos" que trabajan sin esperar reconocimiento. Un público integrado por cinéfilos a los que la labor de Monteagudo ayudó a formar lo recibió con un un aplauso cerrado.

El histórico crítico de Página/12 agradeció el honor al Festival de Mar del Plata, pero no se olvidó de los espectadores de la Sala Lugones. Fue a ellos a quienes agradeció en última instancia, "por confiar ciegamente" en esa programación de la que se ocupó durante los últimos 40 años. Y muy especialmente "a aquellos espectadores que años después regresan a la sala pero como directores, para presentar sus películas". Un homenaje más que merecido, entonces, para este formador de espectadores, de cineastas y de colegas.