El mediocampista Adrián "Polaco" Bastía, emblema del Racing campeón de 2001, se despidió del fútbol este domingo con un partido homenaje en la localidad santafesina de Serodino, donde lo recaudado fue donado a diferentes instituciones locales.

A los 40 años, el aguerrido volante protagonizó la velada en donde estuvieron presentes la gran mayoría de los jugadores que quebraron en 2001 una racha de 35 años sin salir campeón local para Racing, como Diego Milito, Gustavo Campagnuolo y Claudio Ubeda, junto a ex compañeros y amigos de Bastía de la talla de Fernando Cavenaghi, Luis "Pulga" Rodríguez, Esteban "Bichi" Fuertes y Maximiliano Rodríguez, entre otros.


El partido lo jugaron los campeones de 2001, dirigidos por el propio Reinaldo "Mostaza" Merlo, contra los amigos de Bastía, quienes fueron comandados por Eduardo Domínguez. El encuentro finalizó 6-3 en favor de los ex Racing, con tantos de Bastía (por duplicado), José Manuel Chatruc (también por dos), Milito y el colombiano Gerardo Bedoya. Para el perdedor marcaron Cavenaghi, Fuertes y Lucas Albertengo.

El Polaco jugó los últimos meses de su carrera en Belgrano de Serodino, de la Liga Regional Totorense. Producto de las inferiores académicas, Bastía debutó en 1998 de la mano de Angel Cappa, haciendo dupla central en el mediocampo con Pablo Michelini, quien luego sería vendido a San Lorenzo.


A pesar de aquellas malas épocas -económicas y deportivas- de Racing, se convirtió rápidamente en ídolo y logró festejar en 2001, inmortalizando una estampa de gladiador incansable, de recuperación y limpia descarga. Dos años después, fue vendido a Espanyol de Barcelona, pero no tuvo mucho espacio y fue cedido a Saturn de Rusia, en una época donde el fútbol de ese país se empezó a llenar de argentinos.

En 2005 regresó a la Argentina para jugar en Estudiantes y poco después volvería a Racing, donde nuevamente mostraría su mejor nivel. En 2008 fue vendido a Asteras Trípoli de Grecia, donde permanecería hasta 2011, para luego registrar pasos por Colón (en dos etapas) y Atlético Rafaela, donde dejó su imagen grabada al atajar un penal, entre muchos otros recuerdos. Jugó 541 partidos y marcó 21 goles.