Los productos de la canasta básica que registraron mayores aumentos el último año son zapallo, cebolla, queso sardo, jabón en pan, queso pategras, manteca, yogur firme y leche en polvo, indica un informe de la Universidad de Avellaneda. Son subas que superan el 80 por ciento anual. Desde diciembre de 2017, los precios tienen en promedio un crecimiento del 110 por ciento, es decir que más que se duplicaron. “Dentro de este enfoque los que más aumentaron también fueron equipamiento y mantenimiento del hogar (131,8 por ciento), salud (130,3), transporte (127,4), bienes y servicios varios (119,8), alimentos y bebidas no alcohólicas (118,2), comunicaciones (116,3) y recreación y cultura (101,3 por ciento)”, destaca la Undav. La altísima inflación del gobierno de Mauricio Macri no estuvo acompañada por aumentos de salarios en la misma cuantía. “De modo que desde 2015 se le han quitado al trabajador más de dos meses de poder adquisitivo del salario. Dos tercios de esta quita se explica por la crisis que se inicia en abril de 2018”, agrega el documento de la Undav.

“El gobierno dejará finalmente varios problemas agravados al terminar su mandato el 10 de diciembre. Uno de ellos es el tema de la dinámica de los precios, ya que la tasa de inflación está en el nivel más alto desde 1991”, define la Undav. El informe critica que “el gobierno de Macri tenía una concepción monetaria del fenómeno inflacionario, por lo cual la inflación está causada por la emisión monetaria y por el déficit fiscal. Sin embargo, la creación de dinero ya no compete solamente a los Bancos Centrales sino que son los bancos comerciales, los que abastecen en una segunda instancia al mercado con dinero bajo la forma de créditos bancarios. En segundo lugar, esa teoría desconoce que los empresarios no están mirando el déficit fiscal del gobierno para diseñar su política de precios sino que están mirando su estructura de costos y la evolución de la demanda. Pero además, basta mirar la evidencia empírica más inmediata. Son numerosos los países que incurren en déficit fiscal sin tener una aceleración de los precios internos”.

Para la Undav, “el proceso inflacionario en definitiva se explica por la devaluación de la moneda, con un aumento del dólar que ya alcanza el 500 por ciento en casi cuatro años, teniendo en cuenta que previo a la devaluación que realizó el gobierno en sus primeros días de gobierno el dólar estaba en 9,5 pesos y en estos días supera los 60 pesos”. En el último año, los productos de la canasta básica que más subieron son zapallo (119,1 por ciento), cebolla (104,6), queso sardo (90,3), jabón en pan (89,9), queso pategras (88,8), manteca (87,8), yogur firme (87,8), leche en polvo (86,1), pañales descartables (83,4) y tomate entero en conserva (82,0). Estos valores están muy por encima del promedio del 49,7 por ciento de la inflación general.

A partir de las subas de precios que superaron en los últimos años al avance de los salarios, el poder adquisitivo de los ingresos se deterioró en un 18,2 por ciento desde octubre de 2015. Esa merma se explica en buena medida por la explosión inflacionaria de los últimos dos años. En el último año, el salario privado registrado tiene una caída en términos reales del 5,5 por ciento, que llega al 11,6 por ciento en el salario privado no registrado. En el caso del salario mínimo vital y móvil del 18 por ciento se registra una caída del 18 por ciento.