- Miedo. “Tiembla cuando me cruza”, contó Elisa Carrió acerca de su archienemigo, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, con quien coincidió ayer en la apertura de sesiones en el Congreso. “Este señor no puede ser presidente de la Corte. Alguien tiene que demostrar que este señor es el jefe mafioso de Rafaela”, sostuvo ayer la diputada después de la ceremonia. Reveló que cuando se lo cruzó a Lorenzetti le dijo “Qué horror verlo”. “Fue divertidísimo”, concluyó Carrió.
- Gato. Se pudo escuchar nítidamente en algunos videos que circularon ayer en las redes sociales. Cuando Macri se retiraba del Congreso, después de su mensaje atravesó el Salón de los Pasos Perdidos, donde se encontraban personal del Palacio Legislativo, periodistas y algunos invitados con acreditación, se oyeron varios maullidos. El “miau, miau” hacía referencia a la frase “Macri Gato”, popular entre el antimacrismo.
Bernardino Avila
- Yerba. Cuando el Presidente terminó su discurso, una diputada le acercó un paquete y se escuchó a Macri preguntarle a Emilio Monzó “qué es eso”. Macri lo levantó y agradeció sonriendo a los palcos. Era un paquete de yerba que los productores repartieron como forma de visibilizar la protesta que realizan desde hace días en pedido de mejores condiciones de trabajo. Entregaron 30 mil paquetes de 100 gramos gratis en toda la Ciudad de Buenos Aires, incluyendo el de Macri. Explicaron que el promedio de precio de venta al consumidor de yerba mate es de 60 pesos y que ellos reclaman un mínimo de 8 pesos por kilo de hoja verde para poder pagar los costos laborables y previsionales, el margen de utilidad para el productor y la conservación de los recursos naturales.
- Carteles. La bancada del Frente para la Victoria se destacó por los carteles con que expresó sus distintos reclamos ayer en la sesión. Como era de imaginar, hubo muchas imágenes de Milagro Sala. También otros de colores que en grandes letras blancas con el encabezado “Yo te vi” se completan con diferentes leyendas como “pagar de más a los buitres”, “querer presas a las Madres” o “más de vacaciones que trabajando. Había unos blancos contra el “desmantelamiento del Conicet” y “el ajuste en ciencia”. Uno de estos utilizó el diputado Juan Cabandié para hacer un avión de papel que buscaba simbolizar la imputación que recibió ayer Macri en la causa en la que se investiga la compra de la aerolínea familiar Macair por la colombiana Avianca.
Bernardino Avila
- Duhalde. Muy instalado se lo vio a Eduardo Duhalde en el palco en el que se ubicaron los funcionarios del gobierno, a la derecha de Macri. De traje beige, Duhalde concurrió en su rol de ex presidente y lo ubicaron al lado del jefe de Gabinete, Marcos Peña. Fue el único ex mandatario en hacerlo: no estuvieron ni Carlos Menem, ni Fernando de la Rúa, ni, obviamente, Cristina Kirchner. Otro ex de aquel caótico 2001, Adolfo Rodríguez Saá, siguió el discurso pero desde su lugar de senador. A Duhalde se lo vio muy a gusto participando de la ceremonia y también después, cuando recibió una atención de parte de los medios que hacía tiempo no tenía. “Fue un discurso muy bien elaborado. Me gustó la parte que habló de lo social, sobre todo con políticas para los sectores más postergados”, elogió al Presidente.
- Críticas. Todo lo contrario a Duhalde vieron desde las bancadas opositoras. Según el presidente del bloque de diputados del FpV, Héctor Recalde, aseguró que el discurso de Macri “no sólo describió una realidad que no existe” para la sociedad sino que fue “provocador”. Recalde dio que “la palabra que más utilizó fue “diálogo”, pero “yo me pregunto diálogo con quién. ¿Con los docentes, con el Conicet, con las pymes, con la industria y con los despedidos? El solo busca dialogar con Durán Barba”. Según el diputado del Partido Solidario, Carlos Heller, el discurso de Macri “ya no tiene casi puntos de contacto con la realidad”. “¿Macri habló de otro país en la apertura de las sesiones en el Congreso? Se ha desconectado. Parece que el Presidente habló de Dinamarca y no de Argentina”, evaluó. El diputado del Frente Renovador y uno de los secretarios de la CGT, Héctor Daer, también consideró irreal el cuadro de situación planteado por el Presidente. “No hay una recuperación de la economía, el poder adquisitivo ha bajado, a la caída del consumo se suman productos que vienen importados”, enumeró.
Leandro Teysseire
