“El fondo marino del Agujero Azul está dentro de la Plataforma Argentina, de modo que, así como existen beneficios por hacerse cargo de una superficie mayor y tener derechos sobre más territorio, el Estado también debería hacerse cargo de protegerlo”, apuntó el investigador de Ibiomar-Conicet y cofundador de la fundación Proyecto Sub, Martín Brogger.

En 1997 se conformó la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla) --integrada por el Ministerio de Defensa, el Servicio de Hidrografía Naval y Conicet--, y comenzó una investigación mediante la cual se logró que en 2017 la ONU reconociera que el territorio sumergido de Argentina no se limitaba a las 200 millas marinas, sino que iba hasta las 350 millas. De esa investigación, explicó Brogger, “participaron personas de distintas áreas para juntar la evidencia necesaria: biólogos, geólogos, oceanógrafos, entre otras especialidades. En la ONU dijeron que la investigación presentada por Argentina había sido abrumadora, porque nunca le habían expuesto tanta información”.

De esta manera “se logró que la ONU nos diera la razón en cuanto a las 350 millas”, continuó el biólogo, y aclaró que “sobre lo que no se expidió el organismo, fue sobre las zonas de litigio con Gran Bretaña, pero claramente la toda zona del Agujero Azul y hacia el norte, está por fuera de la zona de litigio. Esto quiere decir que el fondo corresponde a Argentina”.