El campo está apurando de manera vertiginosa el cierre de contratos de venta de la cosecha 2020 para cubrirse ante el riesgo de un aumento de retenciones por parte del próximo gobierno. Es una operatoria prevista por la ley, que se realiza a través de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior, las cuales permiten establecer un compromiso de compra-venta entre productores y las grandes cerealeras. Así, se define el precio y la carga impositiva al momento del acuerdo, y luego la liquidación se efectúa al momento de la entrega, al tipo de cambio vigente en esa instancia. Ya se cerraron ventas por unas 30 millones de toneladas de la campaña 2019/2020 y restan comercializar unas 90 millones de toneladas de granos, el volumen más bajo para esta altura del año desde 2013, sin contar la sequía del año pasado, informó la Bolsa de Comercio de Rosario. Los dialoguistas del agro piden que, si se aplica una suba de retenciones, sea segmentada. En otra parte de la dirigencia hay rechazo cerrado y se agita, desde los sectores más concentrados, amenazas de antemano al gobierno electo.

La extensa transición presidencial en un contexto de debilidad económica, necesidades fiscales, el lanzamiento del plan contra el hambre y un dólar súper alto por las sucesivas rondas de devaluaciones, alimentan la idea de un aumento de la presión impositiva en el sector agroexportador. Las entidades del agro rechazan esa posibilidad. "El ánimo en el sector productivo no es propicio para soportar cambios. La posibilidad de medidas de fuerza es algo que se podría evaluar. Esperamos a tener reuniones con Fernández y sus equipos para conocer sus medidas y llegar a un consenso. Lo que sí es claro es que Federación Agraria no acompañará que se intensifiquen los derechos de exportación", dijo Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria. Desde la Sociedad Rural difundieron días atrás un comunicado que dice que “la compleja situación económica no se resuelve con un aumento de la presión impositiva, ya de por sí insoportable, ni con nuevos tributos ni derechos de exportación”. Al mismo tiempo, hay canales de diálogo entre el equipo de Fernández y las entidades, que piden segmentación en caso de suba de retenciones. "La de las retenciones no es la agenda real del campo, hay otros temas muy importantes como el valor de los alquileres, los insumos y los créditos", dicen. 

En paralelo a la disputa política, los productores aprovechan el marco normativo para vender de manera anticipada la cosecha y así evitar el riesgo de suba de retenciones. La herramienta de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) permite cerrar contratos de venta para la cosecha que todavía no existe (se está sembrando) entre productores y las cerealeras, congelando los precios y el nivel de impuestos al momento actual. Según los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, ya se vendieron de manera anticipada 30 millones de toneladas de soja, maíz, trigo, cebada, girasol y sorgo, lo cual supera ampliamente a la marca de mediados de noviembre de los últimos años. El caso extremo fue 2015/2016, cuando sólo se vendieron de manera anticipada 3,6 millones de toneladas porque los productores sabían que Mauricio Macri iba a bajar las retenciones. En 2016/2017 se cerraron contratos anticipados por 12,1 millones; en 2017/2018, por 15,6 millones y en 2018/2019, por 17 millones de toneladas.

Sólo en el último mes, se vendieron anticipadamente unas 10 millones de toneladas de la campaña próxima. Las cerealeras dicen que “es una maniobra lógica y permitida por ley. Son las reglas del juego. Los productores esperan cambios y entonces apuran sus posiciones diferidas. A la vez, las cerealeras también cierran contratos de venta al exterior. Hay mucho movimiento. Si se afecta esta posibilidad de vender anticipadamente, no habrá mercado de futuro, que es una herramienta muy utilizada”. La ex ministra de Industria, Débora Giorgi, consideró que “la compra anticipada es récord, debería suspenderse la posibilidad de presentación de nuevas declaraciones juradas de venta al exterior, no se puede esperar al 10 de diciembre. De otro modo, la sangría va a continuar, restándole margen de acción al próximo gobierno”.