Desde Santa Fe

El presupuesto que Miguel Lifschitz le armó al gobernador electo Omar Perotti para 2020 ocultaba un déficit de 8.700 millones de pesos en las cuentas públicas de la provincia. El proyecto original ingresó a la Legislatura con un superávit de 3.100 millones y así lo votó el Senado en su primera vez, pero el jueves, cuando salió de la Cámara de Diputados, después de 48 horas de negociaciones entre el oficialismo y el PJ, el resultado fue inverso: un rojo de 8.700 millones. Lo que cambió es que el equipo económico del gobernador había incluido como recursos 10.000 millones de pesos por la deuda histórica de la Nación a la provincia, el PJ impugnó el asiento contable, lo comparó con un "billete de lotería" y lo sacó del texto que se convirtió en ley. "El resultado, luego de los más y los menos, nos da que el superávit de 3.100 millones se transformó en un déficit de 8.700 millones en 2020", dijo a Rosario 12 el ministro designado de Gestión Pública Rubén Michlig, quien asumirá su cartera equivalente a la Jefatura de Gabinete, el 11 de diciembre. El destape plantea otro interrogante sobre el déficit de Santa Fe al cierre de 2019: Lifschitz dijo que rondará los 10.000 millones, pero Perotti y su equipo creen que duplicará esa cifra.

"Hay un compromiso de discutir" en los próximos meses "otras modalidades de endeudamiento para retomar el nivel de obra pública.

Michlig dijo que el presupuesto que se convirtió en ley el jueves "alcanzará para arrancar" el gobierno de Perotti. "Después, veremos". Con lo cual admitió que serán necesarias "adecuaciones presupuestarias" por decreto ad referéndum de la Legislatura o por ley. "Lo que no se ha fijado es la política tributaria, la ley impositiva para el año 2020" la deberá enviar Perotti a las Cámaras. "Pero para eso hay que esperar la política fiscal en el orden nacional y la relación con las provincias. Si tiene vigencia el Consenso Fiscal o si se modifica. A partir de eso, se definirá si es necesaria o no otra herramienta presupuestaria. Este presupuesto alcanza para arrancar" el gobierno de Perotti. "Después veremos", agregó.

Acerca de cómo financiarán el déficit de este año que -según Lifschitz será de 10.000 millones y a juicio del equipo de Perotti, el doble- y los 8.700 millones del rojo de 2020, Michlig lo explicó: "El presupuesto autoriza al Poder Ejecutivo el uso del crédito por 12.000 millones porque un 30 por ciento se destinará a municipios y comunas".

-¿Y cuál será esa fuente de financiamiento? -preguntó este diario.

-Eso habrá que verlo el año que viene, según las condiciones del mercado (financiero). Habrá que esperar que haya una situación razonable. Hoy es imposible -respondió.

El presupuesto que Lifschitz le armó a Perotti y votó la Legislatura "nos permitirá arrancar la gestión y darle continuidad a las obras en ejecución, pero no muchos más que eso", comentó Michlig por LT9. "Hay un compromiso de discutir" en los próximos meses "otras modalidades de endeudamiento para retomar el nivel de la obra pública que hubo en los últimos años".

En cuanto al "volumen de deuda consolidada de la provincia es razonable", pero el pago de los intereses "impactarán de lleno en la gestión" de Perotti. "Somos optimistas que los cambios que se den a nivel nacional dinamicen la economía y no como ocurre ahora que los ingresos cayeron un 15 por ciento por debajo de la inflación", apuntó.

"El presupuesto autoriza al Ejecutivo el uso del crédito por 12.000 millones porque un 30 por ciento se destinará a municipios y comunas".

Uno de los puntos que planteó el PJ para acordar la sanción del presupuesto fue sacar de la lista de recursos los 10.000 millones de la deuda histórica de la Nación con Santa Fe. "No hay ningún elemento que permita hoy crear partidas de gasto en función de esa expectativa. Lejos estamos de tener certezas en cuanto al monto, la oportunidad y la forma de pago de esa acreencia". Sacar ese asiento contable del presupuesto fue un "sinceramiento de los recursos previstos para el año que viene", aclaró.

La otra clave fue que al destaparse el déficit de 8.700 millones, surgió la "necesidad" de su financiamiento. "Se realizaron ciertos ajustes en los gastos. Y se autorizó (al futuro gobierno) a formar líneas de crédito para financiar ese déficit, garantizar la obra pública en marcha y la prestación de servicios esenciales del Estado".

 

El tercer punto era flexibilizar el pase de "gastos de capital a gastos corrientes. "Fue una dura negociación, pero se entendió cuál era la necesidad y a partir de eso se cerró el acuerdo" con el oficialismo, concluyó.