El fútbol brasileño se vio conmocionado este domingo por el descenso de unos de sus gigantes, Cruzeiro, dos veces campeón de la Copa Libertadores, que jugará a partir del año que viene por primera vez en la Serie B de su país tras caer por 2-0 frente a Palmeiras por la última jornada del Brasileirao, en un encuentro que fue suspendido por incidentes sobre el final. El elenco de Belo Horizonte era uno de los cuatro clubes que nunca había bajado de categoría en su país junto a Flamengo, Santos y San Pablo.

Cruzeiro (36 puntos, en zona de descenso) necesitaba vencer en su respectivo encuentro y esperar que Ceará (38, el último en salvarse) perdiera con Botafogo, ya que si ambos terminaban igualados en puntaje, el desempate por cantidad de victorias conseguidas favorecía a los segundos (10 contra 7 de los de Belo Horizonte). Sin embargo, ninguna de esas dos posibilidades se concretó: el primero fue derrotado y Ceará sacó un empate 1-1, para alegría de Atlético Mineiro, clásico rival de Cruzeiro (Belo Horizonte pertence al estado Minas Geráis), que le dedicó algunos tuits irónicos.

La historia para el equipo local venía torcida desde la previa, ya que no podía contar para el choque frente a los paulistas con cinco de sus habituales titulares, incluyendo al mediocampista ex Vélez Alejandro Cabral (suspendido) y al creativo Thiago Neves (apartado del plantel). El equipo de Adilson Batista dominó el primer tiempo, pero Zé Rafael puso en ventaja al Palmeiras a los 56 tras una gran jugada de Dudú, quien 25 minutos después decretó el 2-0.


En un encuentro con alto componente emocional, los lamentos de la primera parte por las situaciones falladas por los delanteros de Cruzeiro dieron lugar en el complemento a los llantos, cuando la hinchada local se enteró que el Ceará había marcado el empate frente a Botafogo. Finalmente, a cinco minutos del cierre, las lágrimas fueron opacadas por los incidentes que comenzaron a registrarse entre los propios hinchas, con lanzamiento de asientos de las plateas al campo de juego para que el encuentro finalmente sea suspendido.

A tan sólo cuatro meses de estar disputando los octavos de final de Libertadores frente a River (0-0 en el global y derrota en los penales), Cruzeiro decretó la baja de categoría tras una muy floja segunda parte del torneo (cinco triunfos, 13 empates y once derrotas; 18 goles a favor y 32 en contra) y un aún peor sprint final, obteniendo sólo cuatro de los últimos 27 puntos en juego.


Uno de los históricos que se refirió a la caída de Cruzeiro fue Juan Pablo Sorín, quien vistió sus colores en tres etapas (2000-2002, 2004 y 2008-2009). "Quiero dar de corazón un fuerte abrazo a cada uno de los torcedores en el momento más triste del club. El único camino del regreso será a través del sentimiento genuino, del trabajo profesional sin desorden, sin arrogancia ni soberbia. Ninguno pensaba que podía llegar, pero llegó. Querido Cruzeiro, nada cambiará el orgullo que tengo por ser parte de tu historia. El sentimiento no se detendrá", expresó el ex jugador de la Selección Argentina.

Cruzeiro sintió las partidas en el último mercado de pases del uruguayo Giorgian de Arrascaeta (a Flamengo) y de Federico Mancuello (a Toluca), ausencias que no pudieron ser llenadas por experimentados líderes como el arquero Fábio (39 años), el delantero Fred (36 años, recordado por sus polémicas actuaciones con su Selección en el Mundial de 2014) y Thiago Neves (34), figura del equipo y apartado del plantel por ir a un recital días antes del encuentro definitivo. Todo un augurio de lo que se vendría.