Las políticas públicas pueden definirse como las acciones (y omisiones) que expresan la forma de intervención del Estado en relación con una cuestión problemática, y que demuestran una determinada orientación normativa y por lo tanto, ideológica. Esta caracterización sirve como punto de partida para analizar las políticas económicas de Cambiemos y sus resultados durante su ejercicio del gobierno nacional. ¿A quiénes beneficiaron? ¿Quiénes perdieron? ¿El retroceso en todos los indicadores –pobreza, empleo, PIBI, distribución del ingreso, inflación, tipo de cambio- fue producto de que “el mejor equipo de los últimos 50 años” en realidad era “el menos peor”, como se sinceró el propio Macri; de la herencia recibida, como se justificó a lo largo de cuatro años; o formaron parte de un plan concreto que buscó claramente mejorar determinadas posiciones en detrimento de otras?

Un grupo de doce investigadores e investigadoras del campo de la economía y disciplinas relacionadas editó recientemente el libro “La economía política de Cambiemos: ensayos sobre un nuevo ciclo neoliberal en la Argentina”. Con lugares de trabajo en las universidades nacionales del Sur, La Plata, San Martín, Rosario, Buenos Aires y de Tierra del Fuego, o la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales -y en su mayoría investigadores del Conicet- a lo largo de las 212 páginas y siete capítulos, pusieron foco en el ciclo de políticas que aplicó el gobierno de Macri entre 2015 y 2019, y sus resultados. Vale destacar que la obra tiene como antecedente una obra sobre la economía política del kirchnerismo.

La economía no es una ciencia aséptica de planillas de Excel, sino que está integrada de manera profunda en las disputas sociales, que son los intereses que sostiene cada sector y a los cuales se da o deja de dar respuesta”, agregan. Además, dejan en claro que se trata de una obra escrita para el público en general. “A nosotros como grupo de investigadores nos vinculan algunas premisas básicas: el trabajo grupal para comprender la economía y la cuestión social, las especialidades individuales, una mirada similar sobre los fenómenos económicos, y el interés por brindar explicación para los no especialistas”.

En su análisis, los especialistas destacan que “desde fines de 2015 el gobierno de Mauricio Macri aplicó políticas de neto corte ortodoxo, que además en su campaña para las elecciones presidenciales prometió acelerar e ir de modo decidido por ciertas asignaturas pendientes con una clara impronta regresiva, como las reformas laboral y previsional, la suscripción de más acuerdos de libre comercio, la profundización de la apertura comercial y un mayor ‘sinceramiento’ de precios sumamente sensibles, entre otras”.

Una de las principales conclusiones que surge de la lectura de la obra es que, pese a las dificultades que se fueron encontrando en el camino, mayormente asociadas a la resistencia social, es claro que el gobierno de Cambiemos logró implementar sus bases programáticas y sus apuestas estratégicas

Los investigadores destacan que “el planteo general de políticas logró congregar inicialmente el apoyo de una parte importante de la sociedad, al tiempo que recibió un férreo respaldo entre los sectores dominantes”. Sin embargo, a lo largo de su investigación exponen que los resultados regresivos de la política económica, la creciente impugnación social, el agravamiento de la crisis socioeconómica y el “desembarco” del FMI fueron erosionando en fases sucesivas las bases de sustentación del gobierno, hasta concluir en la derrota electoral de octubre de 2019.

CEOcracia

Los cuatro años de ejercicio del poder de Mauricio Macri y la “CEOcracia” -término acuñado para diseñar al ocupamiento de los cargos públicos por parte de directivos de grandes empresas, como Juan José Aranguren (Shell), Mario Quintana (Farmacity) o Gustavo Lopetegui (LAN Argentina)- significaron un proceso que algunos investigadores como Ana Castellani han caracterizado como de “captura privada de las políticas públicas”.

“Desembarcaron en puestos claves de la gestión estatal personas directamente relacionadas con el ámbito empresarial, que en muchos casos carecían de experiencia alguna en el sector público”, explica esta investigadora. Bajo los argumentos de expertise profesional, éxito laboral y buena posición económica, Castellani dice que “suele soslayarse en el debate público cuáles son los riesgos que acarrea la incorporación masiva de este tipo de perfiles de funcionarios directamente ligados a la elite económica: básicamente, el riesgo de la captura de la decisión pública por parte de intereses privados”. Concretamente, esta línea de investigación profundiza los beneficios que representa para cierto sector de la economía –empresas y bancos, en este caso- y la sociedad –los sectores más acomodados- disponer de la posibilidad de implementar determinadas políticas públicas en beneficio de sus intereses. El libro La economía política de Cambiemos convalida esta hipótesis, remarcando que las reformas de Cambiemos dejaron una huella profunda en materia económica.

En primer lugar significaron “un avance brutal del capital sobre el trabajo y, más ampliamente, sobre el conjunto de los sectores populares”. También “un intenso proceso de concentración económica y centralización del capital que se inscribe en una redefinición de los liderazgos sectoriales y del lugar ocupado por las diferentes fracciones del capital en la generación, la circulación y la apropiación del excedente económico”.

Junto a ello, se avanzó en una reestructuración regresiva del sector industrial y el fortalecimiento de un perfil de especialización e inserción internacional anclado centralmente en torno de las ventajas comparativas existentes; y en un “agravamiento de la dependencia al calor de un ciclo aceleradísimo de endeudamiento externo, que forma parte de una nueva y virulenta fase de financiarización de la economía local y que marca el regreso triunfal de los acreedores externos al centro del proceso de acumulación y del poder económico”. Por último, pero no menor, dichas reformas generaron “una crisis laboral de magnitudes pronunciadas, especialmente acuciante en los sectores más jóvenes de la población activa”.

En sus capítulos, la obra recorre temas como “¿El programa imposible? El dilema entre el ajuste y la legitimidad al interior del bloque en el poder”, por Francisco Cantamutto y Emiliano López; “La política exterior de Macri: la ofensiva contra el trabajo de cara al mundo”, de Rodrigo F. Pascual y Luciana Ghiotto; y “Volver al mundo según Cambiemos: profundización del atraso y la dependencia”, por Paula Belloni y Andrés Wainer.

También, “Entre la estructura y la coyuntura: el comportamiento de los sectores económicos durante el gobierno de Cambiemos”, a cargo de Agostina Costantino; “El poder económico durante el gobierno de Cambiemos: desempeños empresarios y lógicas de acumulación en una etapa de reposicionamiento de las diferentes fracciones del capital concentrado”, escrito por Lorenzo Cassini, Gustavo García Zanotti y Martín Schorr; y “Como comer y descomer: Flexibilización laboral y baja salarial durante el gobierno de Cambiemos”, de Facundo Barrera Insua y Pablo Ernesto Pérez

Un PASO atrás para la ortodoxia

Al fracaso electoral de la coalición Cambiemos en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, la reacción del oficialismo fue estertórea, convalidando los argumentos expuestos en el libro. “Eludiendo incluso los marcos de acción pautados con el FMI, el gobierno habilitó –por acción u omisión– una respuesta de mayor turbulencia por parte de los mercados financieros. Esto fue convalidado con una primera conferencia de prensa del presidente, culpando al pueblo porque sus elecciones no se condijeron con las de los mercados, un eufemismo que usan para hablar de un reducido grupo de empresarios especuladores”, detallan los investigadores.

“La explicación oficial es que la crisis es por la turbulencia externa o por la “pesada herencia”. Nosotros no estamos de acuerdo con esa caracterización, sino que buscamos demostrar que es una crisis anunciada, que se tomaron medidas de desregulación cambiaria, financiera, ajuste y endeudamiento que dan como resultado una crisis”, sostienen.

“La economía en 2015 tenía problemas, y confiaron en que el mercado iba a resolverlos, pero en realidad se agravaron. La antinomia gradualismo-shock es una falacia porque el gobierno vino para modificar una relación de fuerzas que significó avanzar sobre los trabajadores en general. La resistencia hizo que no pudieran avanzar todo lo que quisieran, y de ahí el gradualismo. En términos de consecuencias sociales de la economía, se ve que ‘la chocaron’, pero tuvieron éxito en generar una distribución altamente regresiva del ingreso”, explican. Los números parecen darles la razón.

 

En una auténtica amenaza a la democracia, el gobierno se mostró carente de herramientas para responder a las demandas populares. Dentro de su esquema de políticas, de su sesgo ideológico y su alianza social, Cambiemos dio lo que podía dar”, afirman. “El final de esta nueva experiencia neoliberal está aún abierto cuando escribimos este libro, pero queda claro que el pueblo ha expresado su hartazgo. Esperamos que este libro aporte a entender lo ocurrido, para que no vuelva a ocurrir, y para la discusión sobre alternativas para superar este proyecto regresivo”, concluyen los investigadores.

* Director de Comunicación Institucional de la Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca.