“Esto suena como una pecera”, se quejaba la cantante y guitarrista Nai Palm antes de entrar en el tramo final de su show. Y es que frente a la inminente amenaza de tormenta, el recital de Hiatus Kaiyote se mudó del patio de la Ciudad Cultural Konex al espacio techado. Si bien la líder y fundadora de la agrupación australiana dejó en evidencia una vez más el talón de Aquiles del predio ubicado en el barrio de Balvanera (y vaya que sonó mucho mejor que en otras ocasiones), ni eso, ni la adversidad climática, ni la densidad de público opacaron el debut porteño de uno de los artistas icónicos en el novel imaginario del soul, del R&B y del jazz. Sin embargo, si el reciente retorno a la capital argentina de los canadienses BadBadNotGood se convirtió en una fascinante respuesta a la sofisticación de la música de cutis afro, lo que brindó el cuarteto del Melbourne en la noche del miércoles fue una muestra de que la erudición musical no necesariamente debe tener sabor a solemnidad. Al menos en géneros arreados por el groove.

Apenas acabó la intro, la carismática frontwoman, quien llevaba atado al cuello el pañuelo distintivo del aborto legal, seguro y gratuito, se subió al escenario para hacer “Laputa”, exquisito R&B atmosférico que forma parte de su segundo álbum, el aclamado Choose Your Weapon (2015). Al que le secundó la introspectiva “Mobius Streak”, canción que inaugura el repertorio de su primer disco, Tawk Tomahawk (2012), y que la banda mechó con la inédita: “Chivalry Is Not Dead”. Y esto le vino perfecto a Palm, alumna sobresaliente de la escuela de Roberta Flack, Minnie Riperton y Erykah Badu (remojada en el carácter de Beth Ditto), para que su vozarrón surfeara en el onirismo. Seguidamente, invocaron de vuelta su último trabajo de estudio a través del funk “Swamp Thing”, el interludio instrumental “Creations Part Two”, el hiphopero “Molasses”, y el taikonauta “Breathing Underwater”. Pero en el medio del raid la agrupación coló otro flamante tema, el R&B experimental y progresivo “All the Words We Don’t Say”.

 

A pesar de que ese repaso por uno de los mejores y más completos discos del R&B y del neo soul de esta década, al punto de que sirvió de influencia para artistas nacionales como Ca7riel y Paco Amoroso (estaba entre el público), podría haber representado un festín, pecó de obvio. Y es que por momentos estaba a un tris de caer en la monotonía. Aunque en el desenlace del recital, luego de que quedara atrás “Building a Ladder”, Palm y los suyos (el bajista Paul Bender, el baterista Perrin Moss y el gran tecladista Simon Mavin) la remontaron al tributar, en plan de popurrí, al rap “713”, de Beyoncé y Jay-Z, y al afrobeat futurista “Pana”, del nigeriano Tekno Miles. Entonces Hiatus Kaiyote, frente a las 1600 personas que asistieron al Konex, terminó de rematar su revisión de Choose Your Weapon con “Boom Child”, “Atari”, “By Fire”, “Cinnamon Temple” y “The Lung”. Mientras en la calle todo era truenos y lluvia, los australianos, a manera de despedida, volvieron a su primer disco, del que rescataron “Nakamarra”, con el que comenzó esta historia de ritmo, cadencia, virtuosismo y dulzura.