Cincuenta altos oficiales de la policía de Santa Fe serán corridos de su cargo en este misma semana, por decisión del ministro de Seguridad Marcelo Saín, quien responderá así a la última estocada policial, que reaccionó en grupo para resistir los anuncios de su primera semana de gestión: las renuncias del jefe rosarino y el de Rafaela, fueron el primer gesto, que continuó con la afirmación de que se habían terminado las horas OPSPE y culminó con el retiro de patrulleros de custodia en edificios judiciales, que ya fueron atacados en los últimos tiempos.

Sain se despachó en su cuenta de Twitter con varios posicionamientos políticos enviados al interior de las fuerzas policiales de Santa Fe y volvió a cuestionar a "referentes que desde la llegada de esta nueva gestión gubernamental perdieron centralidad y autonomía para hacer lo que se les dé la gana, inclusive, convivir con el delito". Así desmintió primero "de manera tajante" que desde el Ministerio que tiene a su cargo "se haya ordenado suspender las horas OSPE en la policía provincial". Las horas Ospe -una sigla que significa “orden de servicio de policía extraordinaria”- son las horas extras utilizadas, por ejemplo, para aumentar la presencia de agentes en determinadas zonas a través de patrullajes.

Sain enfrentó así la primera de las batallas públicas por el control de la fuerza: el viernes por la noche los patrulleros que custodiaban los tribunales provinciales y el Centro de Justicia Penal fueron retirados. En esa misma jornada se había conocido periodísticamente la renuncia del jefe de la policía rosarina Marcelo Gómez. "Esto no es una empresa privada, son servidores públicos y tienen que mantenerse en su cargos hasta que el gobernador les acepte su renuncia, nunca antes y menos, no cumplir con el servicio de seguridad. Esto fue una jugada que puede esconder otras", hicieron saber a este cronista desde la propia cartera. Por eso, el llamado de Saín al "Conejo" Gómez, no dejó margen de dudas: "lo intimo a que en menos de una hora reponga el servicio en los sitios asignados, de lo contrario lo voy a denunciar penalmente", le dijo en un mensaje telefónico el uno de la cartera más complicada por estas horas.

"Le ordeno por este medio que de manera inmediata restituya la custodia en los edificios públicos en el término de una hora, sino lo hace, mañana usted va a ser denunciado por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Y si ocurre algo en este período de tiempo, las consecuencias para usted van a ser más graves desde el punto de vista penal. Le aconsejo que cumpla con su deber porque usted no tiene ninguna facultad para estar deliberando nada con nosotros , con la conducción política y policial, respecto de lo que tiene que ver y hacer para llevar adelante el cumplimiento de la seguridad de los rosarinos. Así que ya le ordeno que restituya eso, porque de lo contrario voy a ir para allá y la cosa se va a poner picante. Haga lo que tiene que hacer", le ordenó sin ambigüedades Sain a Gómez, quien ya se había despedido por los medios de prensa. "Buenas noches Ministro. Ya está establecido" respondió minutos después el "Conejo" Gómez, más parecido a una liebre en este casos por la rapidez.

El tono de Sain en el mensaje expresa claramente que la sospechas eran más profundas y no se limitaban al gesto de retirar un patrullero: en el Ministerio sospechan de su aquiescencia para algún acto violento. No parece descabellado porque los edificios judiciales fueron blanco de ataques en los últimos tiempos. Sobre todo con el desmembramiento de la banda de Esteban Lindor Alvarado.

Pero la saga de hechos desgraciados no terminó ahí: el jueves por la noche un hombre de 32 años fue asesinado a balazos cuando se hallaba esperando que le repararan un neumático en una gomería de Cabín 9 en Pérez. La víctima, Luciano Ledesma, de 32 años, fue tiroteado desde una moto en la que se desplazaban dos sujetos que escaparon velozmente del lugar. Fue un típico asesinato sicario, que ligado a la relación que tenía con el Manco García, el dueño de la distribuidora de bebidas de Castellanos al 4700, quien fue dejado paralítico tras un ataque hace algunas semanas, encendió la luz de alarma. Por eso en un acuerdo con la propia intendencia de Pérez, el velatorio fue traído a la ciudad de Rosario. Hacia allí debió haber enviado custodia policial el mismo comisario Marcelo Gómez. Pero cuando el segundo a cargo de la policía santafesina Martin Musuruana llegó al lugar, no había policías. Solo llegó después la segunda jefa de la policía rosarina Carina Degra. Por eso, el "Conejo" sumó la segunda denuncia penal en su contra en solo 24 horas. En este caso por desobediencia, que fue asentada por la propia cartera de Seguridad. La primera fue por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

De igual modo y a lo largo de la jornada de ayer, el ministro Sain se despachó en su cuenta de Twitter desmintiendo "se haya ordenado suspender las horas OSPE en la policía provincial". "Esos boatos los hacen correr los referentes policiales que desde la llegada de esta nueva gestión gubernamental perdieron centralidad y autonomía para hacer lo que se les dé la gana, inclusive, convivir con el delito".

Sain se refirió también al proceso de ascensos jerárquicos y dijo que el mismo "está siguiendo un desarrollo administrativo normal y la configuración de los nuevos mandos superiores de la policía serán dados a conocer en la semana siguiente".

El ministro volvió a mostrar la misma dura postura del mensaje que brindó durante su presentación y en donde destacó que este gobierno "no va a ser cómplice de ningún tipo de criminalidad" o "tiene que haber una línea de corte entre la política, el Estado, la sociedad y los delitos. No puede haber más delitos protegidos por el Estado".

"A ciertos referentes policiales se les acabó su tiempo y ello se verá en las correspondientes denuncias penales. Los y las buenos y buenas jefes y jefas policiales y los y las buenas policías que cumplen dignamente con sus funciones son valorados por este gobierno", destacó.

Saín les pidió a los jefes policiales en actividad que "trabajen tranquilos y no sirvan de instrumentos de exjefes policiales que no han estado a la altura de las circunstancias y que pretenden el fracaso de la necesaria modernización de nuestra policía".

Por último, envió un fuerte y llamativo mensaje al interior de la fuerza policial santafesina: "Y sepan que los jefes que no lleven adelantes las labores habituales de prevención y control (y sabremos quiénes) serán denunciados por incumplimiento de los deberes de funcionario".

Y al cierre de la jornada fue aún más claro. "La policía no es una empresa, es un servicio público estatal. El jefe que deja su cargo sin más está incurso en abandono de servicio, falta muy grave causal de cesantía, y, por ser jefes, además, podrían incurrir en delitos penales. Siempre es bueno tener en cuenta esto" afirmó en su red social.

Para cerrar así : "Un poco de docencia: los jefes de Unidades Regionales no renuncian, piden el pase a retiro y deben permanecer en sus cargos hasta resolución ministerial ".

Cabe recordar que la renuncia del jefe policial rosarino había sido relativizada por el nueve jefe de policía de Santa Fe, Víctor Sarnaglia. “Gómez notificó al subjefe provincial que iba a dejar el cargo porque consideraba cumplida una etapa".