Tuvieron el coraje de jugársela en la adversidad. Con el campo nacional y popular en reflujo –2016, plena era de envalentonamiento liberal-- armaron una murga y le pusieron un nombre que Macri les dejó servido: “Esa te la debo”. Sus fundadores la pensaron como un lugar de resistencia, más que como un objetivo artístico específico. Así empezaron. Así fueron creciendo. A la gorra y para quienes quisieran verlos, escucharlos. Así, algunos de sus integrantes fueron perdiendo empleos y ganando tensiones por no poder llegar a fin de mes. Pero así, también, se metieron en el corazón de la gente que la transpiró como ellos. “Sentimos que nuestro espectáculo sirvió para encontrarse con gente que piensa como uno en tiempos muy difíciles, y eso sirvió como contención psicológica tanto para el público como para nosotros”, evoca Alejandro Calcerrada, director general de la murga que publicó recientemente el disco Recuerdos del país del #SíSePuede.

“Desde nuestros comienzos pensamos este proyecto como resistencia al neoliberalismo en general, y al gobierno de Macri en particular. Entonces, queríamos tener un buen registro de nuestro espectáculo… una recorrida desde la crítica humorística de estos años”. El disco puede escucharse en todas las plataformas de streaming, sin poner un peso. La fuente es un toque en vivo que hicieron en otro bastión de la resistencia: el Teatro Roma de Avellaneda. “Ese día nos encontró en un momento muy alto en lo creativo y lo musical. Fue hermoso. Sucedió un día de semana, por lo cual pensamos que la convocatoria iba a ser difícil. Sin embargo, cuando se abrió el telón y vimos que la sala estaba llena un jueves, y que cientos de personas habían pagado su entrada en tiempos de crisis, nos motivó muchísimo más. El show salió fantástico, al disco no tuvimos que grabarle retoques posteriores en estudio… se escucha exactamente lo que sonó ese día”, refleja Calcerrada.

Lo que sonó ese día fue un compendio de canciones destinadas a desenmascarar parte de las turbias estrategias que el neoliberalismo utilizó para impregnar en un sentido común que le es axialmente adverso: el popular. Caso uno: "Game of Trolls". “Es una parodia que cuenta la historia de un troll de Marcos Peña. Monotributista precarizado, el tipo tiene muchos problemas para llegar a fin de mes, sufre los mismos males que todo el pueblo, sin embargo defiende al gobierno en las redes sociales, se arrepiente de votar a Macri pero se desarrepiente a la hora de votar. Cualquier parecido con la vida real es pura coincidencia”, ironiza el murguero. Caso dos: "La Querida Oligarquía". “Es sin dudas nuestro mayor éxito”, asegura. “La canción es una burla a la gente que por primera vez salió a las calles a manifestarse para oponerse al gobierno de Cristina, los argumentos de esa gente indignada eran muy ridículos (el cepo al dólar, por ejemplo) y la posición que tomaron algunos periodistas y famosos en ese momento nos ayudó mucho a sacarle el jugo, y meterle mucho humor desde el ridículo”

--La murga nació, creció y se desarrolló en un contexto propicio para la crítica… desde la oposición. ¿Cómo ven el futuro creativo en un contexto político a priori más consonante con el ideario de la murga?
--Es un desafío, sin dudas. Macri se fue, pero el poder real va a seguir siendo el mismo. El establishment, la embajada de Estados Unidos, la Sociedad Rural, La Bolsa, la Cámara de Comercio, los medios masivos de comunicación, van a seguir estando en las mismas manos. No la va a tener fácil este nuevo gobierno, ya lo dejan condicionado desde lo económico y van a ponerle piedras en el camino cada vez que puedan. Los neoliberales, cuando les toca ser oposición, no tienen discurso positivo, siempre apelan al odio y al enfrentamiento para mostrarse como una opción válida. Lo nuestro pasará por tener la inteligencia para saber a quién "pegarle", e intentar crear conciencias y sentidos comunes para que los dueños del poder real no vuelvan a ser también los que manejen la Casa Rosada.

--¿Se corren los límites del sarcasmo murguero, en este sentido?
--Sin dudas. El humor nos ayudó a sobrevivir estos cuatro años, todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance para reír son válidas y el sarcasmo y la burla es algo a lo que recurre naturalmente y permanentemente una murga. Contra donde más podamos correr nuestros propios límites, a mejores resultados llegaremos.

--¿La pasaron mal, además de haberse quedado sin trabajo algunos de ustedes? ¿los agredieron?

--Tuvimos amenazas e insultos en las redes sociales, y un show cancelado porque Jorge Macri clausuró el local donde íbamos a tocar dos horas antes. Pero no nos vamos a quejar de esas cosas, nunca pasó de ahí. Pero así como hubo disfrute, hubo bronca y frustración. Por eso, el disco hace alusión a un gobierno carente de empatía con la gente y que no podía mostrar nada bueno en su gestión, que se vio obligado a hacer una campaña presidencial escondiendo el nombre del presidente debido a su mala imagen y apelando a esa frase sin sentido del #SíSePuede.