De entre las alegrías que permitió el último recital de Andrés Calamaro en Rosario, estuvo la performance telonera de Ilustrasónico. De hecho, hubo videos rápidamente virales que dieron cuenta de la performance, con Nicolás Boixader repartido entre el lienzo y la percusión. Los músicos le guiaban o seguían el pulso. Una sinergia curiosa. “Cada gesto de pintura sobre el panel del lienzo, es un gesto de percusión”, dice el músico.

Ahora bien, la noticia es otra pero consecuente. Porque tras años de indagar en la música y de participar en bandas como La Banda Oriental, The Rock & Rule Swing Band, Acatalao, Guantánamo Latin Jazz, Bello Horizonte; Boixader estrena disco propio y atento con su recorrido. Nicología 1994-2017 reúne y organiza la mucha música que pasa por las manos del también pintor y dibujante. “Es una recopilación de temas que no estaban grabados en estudio. Los hice en vivo, desde mediados de los 90, cuando estaba empezando. Creo que uno ha evolucionado en algunas cosas, y en otras seguramente haya involucionado (risas)”, le dice Boixader a Rosario/12.

A lo largo de dos años, Boixader seleccionó y grabó un disco que puede apreciarse desde una perspectiva rítmica variada y vinculada al jazz, el blues o “la música negra en general”, como dice él mismo. “Yo soy ilustrador y soy autodidacta, pero la música me agarró a mediados de los 90 a partir de una banda de rock con amigos. Al mismo tiempo siempre me gustó la música negra. Yo escucho un tema de jazz, de funk, y ya quiero armar una banda. A lo largo de mi historia musical, con cada banda y cada estilo, siempre me dieron ganas de componer algo. Fue fruto de la participación en cada una de estas bandas lo que me hizo desarrollar, sin querer, algunos temas con ‘multiestilo’”, refiere.

Ilustrasónico en acción como previa a Calamaro.

—Seguramente, el dibujo influya tu música y viceversa.

—Justamente, cuando sos un nenito dibujás cosas a partir de los dibujitos, después a partir de películas; y cuando empezás a apreciar la música con más detenimiento te empieza a inspirar. Hubo un momento –tal como me pasa ahora- en el que la música me llevó a hacer cuadros. Generalmente, uno escucha música mientras labura y eso retroalimenta; al mismo tiempo, cuando uno hace una ilustración o dibujo necesita también del dinamismo que se tiene en la ejecución de una obra musical.

—Tal como sucede con Ilustrasónico.

—Lo que yo intento en el show es tocar mientras voy pintando, pinto y hago percusión. Lo que quise lograr con eso fue la realización de una obra que una el dibujo y la dinámica que se logra musicalmente con el público. Ahora bien, si a la música no la grabaste, no la podés retener, lo que tiene a su favor la obra gráfica es que queda plasmada.

—Hay otras experiencias similares, pero lo tuyo es distintivo.

—Nosotros lo empezamos en 2005, date una idea. Ni siquiera estaba lo de Liniers y Kevin Johansen. Lo raro de lo nuestro es que es difícil explicar en palabras. Cuando vamos tocando y creando la obra, lo que yo quiero es participar de la música. A mí me gusta mucho tocar en vivo, improvisar, así que no podía quedar afuera. Tengo una banda con muchos amigos, y la pasamos muy bien cuando tocamos. Eso debe ser algo que seguramente se nota, porque hay sinergia entre todos. Los chicos a veces no saben qué voy a pintar y a veces sí, a veces no saben por dónde voy y a veces no saben si voy a terminar a tiempo. Tengo algunos segmentos del show que son flexibles, en donde puedo improvisar porque al mismo tiempo hago pases de percusión en dos sets que tengo a los costados. Hay un poquito de adrenalina y mucho de diversión.

—Puede decirse que en tu obra se destaca una misma virtud narrativa, entre la gráfica y la música.

—Cuando hago canciones, son generalmente mini-historias. Yo soy muy fanático del cine y lo que hago gráficamente está basado básicamente en películas, en sátiras y en mucho del humor inglés de los 70. Hasta las canciones instrumentales tienen un dejo narrativo que por ahí llega como a un punto culminante, y después de alguna manera se resuelve.

Nicología 1994-2017 reúne 16 canciones propias, en donde Boixader se encarga de los arreglos, voces, guitarras, batería/percusión, bajo/contrabajo, piano/órgano. Contiene, además, dos temas grabados por Ilustrasónico en 2010, junto con Rodrigo Zacarías (piano), Marcelo Rossia (bajo), Darío Serpi (saxo y fauta), Marcelo Sali (batería). Entre los artistas invitados figuran, entre otros, Marcelo Sali en batería, Walter Nebreda, Bonzo Morelli y Kimey Gómez. Nicología está disponible en las redes (Spotify, iTunes, YouTube) y se lo puede adquirir de manera física y con un extra: librillo interior diseñado por el propio artista junto a una ilustración original.