Los trabajadores veterinarios del Hospital Municipal de Salud Animal de Salta denunciaron que fueron obligados a trabajar por las nuevas autoridades de la intendencia capitalina. 

Además detallaron la precarización laboral que viven dado que varios de ellos se encuentran bajo la figura de Agrupamiento Político (AP) cobrando menos de $12.000 y cuyo contrato venció el 10 de diciembre de 2019. 

Relataron que el 30 de diciembre el secretario de Protección Ciudadana, Nicolás Kripper, se apersonó en el hospital donde coaccionó e intimidó con la continuidad de sus puestos laborales si no prestaban el servicio de guardia en año nuevo. Esto en contraposición a un memorándum que señalaba que el personal se alineaba al asueto nacional para esas fechas. Sin embargo, los trabajadores no prestaron servicio y desde la gestión municipal contrataron a personal privado para mantener el hospital abierto.

Ante ello, los trabajadores brindaron una conferencia de prensa a primera hora de la mañana de ayer y enviaron una nota a la actual intendenta de la Capital, Bettina Romero, donde dieron a conocer la situación y solicitaron una audiencia. Manifestaron que desde el 10 de diciembre están "en una incertidumbre total” ya que afirman que no se les comunicó formalmente quienes eran las nuevas autoridades y qué rol cumplían.

No obstante, en la tarde de ayer, el secretario Kripper se reunió con los empleados para rever la situación. “Fue una reunión tensa”, describió el trabajador Marcos Dognolini. Explicó que se expusieron los reclamos y se manifestó la situación precaria que vive el personal.

Contó que Kripper “se estaba desayunando de todas las irregularidades”, relató que desde la Secretaría las asumieron y adujeron que no estaban enterados de ellas. “Dijeron que no estaban al tanto y que les parecía grave, pero que en los pocos días de gestión no podían dar una respuesta inmediata”.

Dognolini contó que desde el gobierno pidieron tiempo. El secretario manifestó en la reunión que volverían hoy “para tomar caso por caso” y analizar si se daba la continuidad a determinados contratos. Desde el área de prensa del funcionario comunicaron a este medio que se mantuvo en la misma tarde una reunión con la intendenta Bettina Romero donde se incluyó la problemática de los trabajadores del hospital.

Amenazas para año nuevo

Según los trabajadores el secretario notificó de manera informal que el 30 de diciembre debían prestar servicio de guardia para el 31 de diciembre y el 1 de enero. Consideraron que el pedido de Kripper se debió a los reclamos en redes sociales y en los medios de comunicación, donde se manifestó el descontento porque el hospital permaneciese cerrado en las festividades de fin de año. 

La situación se debió a que el personal del hospital estaba adherido, por medio de un memorándum emitido el 27 de diciembre, al asueto establecido por Decreto Nacional 45/2019 para el 31 de diciembre y el 1 de enero. Eran ocho los trabajadores que se veían afectados por la decisión de último momento. “El 100% dispuso no venir a trabajar porque no habíamos sido notificados en tiempo y forma”, contó Dognolini.

Relató que el 30 de diciembre les llegó un mensaje a las 14 por medio de la red de whatsapp donde se daba una primera notificación por parte de Nicolás Kripper para que los trabajadores cumplan las horas de guardia. Dicho texto se envió a todos los profesionales que debían estar en el turno. En la nota enviada a la intendenta, se expresó que, “quien realizó la ´notificación´ nunca informó que era la autoridad designada en el área que nos compete, desconociendo al día de la fecha quien es el superior de esta área”.

Dognolini dijo que el “problema es que nosotros ya habíamos firmado un memorándum emitido por el director del hospital (Marcelo) Gómez donde se indicaba que al igual que en Navidad, no se trabajaba el 31 y el 1 de enero”.

Los trabajadores consideraron que el medio utilizado para el primer aviso no era el correcto ya que “no podemos verificar por whastapp”. Dognolini contó que, ante la negativa de los trabajadores, “Nicolás Kripper se apersonó el mismo 30 a las 19:30 al hospital interrumpiendo una consulta médica”.

“Se le tuvo que preguntar quién era porque había interrumpido una consulta y él se hizo conocer como autoridad. En ese momento, dijo que ese memorándum que habíamos firmado no tenía validez y que solamente lo que él decía lo tenía”, describió Dognolini.

Ante el nuevo rechazo, aseguraron que el funcionario coaccionó e intimidó a los dos trabajadores que estaban en el medio de la consulta médica. Allí les dijo que si no trabajaban el 31 y el 1, “ellos iban a evaluar la voluntad de los trabajadores” para ver si se les renovaba el contrato o en el caso de los de planta permanente, “no le iban a dar el aumento”.

Tras la decisión del personal del hospital, la gestión romerista contrató a veterinarios privados para contar con la guardia de año nuevo. En el escrito, solicitaron que "se tomen medidas correspondientes a la/s persona/s que permitieron el ingreso de profesionales médicos veterinarios externos a la Municipalidad, con fines laborales".

Afirmaron que no serían los responsables "por el posible faltante de insumos", entre ellos, drogas psicotrópicas de venta baja receta, máquinas peladoras, instrumental quirúrgico, entre otras.

"Por esto fuimos expuestos en redes sociales, mencionando nuestra supuesta falta de ética, vocación y predisposición para trabajar, lo que perjudica nuestra labor particular y favorece el trabajo ilegal en el municipio", lamentaron. 

Situaciones precarias

A raíz de la situación, los trabajadores veterinarios denunciaron su situación laboral. En la carta describieron que “la gran mayoría de los veterinarios que prestamos servicios en el hospital, lo hacemos bajo la figura de Agrupación Política (AP), figura inexistente legalmente”.

Además, los contratos se encuentran vencidos desde el 10 de diciembre de 2019 y “pese a ello seguimos trabajando con la promesa de que en marzo nuestros contratos serían renovados”, expresaron. Señalaron que desde el día del vencimiento no perciben los haberes.

Destacaron también, que cobran un sueldo mensual neto de aproximadamente $11.800 y que no se les reconoce una remuneración diferencia para los horarios nocturnos, fines de semana y feriados. Sumaron, que no cuentan con aportes jubilatorios ni obra social y manifestaron que se encuentran “con (una) incertidumbre laboral inmerecida”, según se lee en el escrito.

Los trabajadores añadieron que el hospital no cuenta con los insumos básicos necesarios. Señalaron que son ellos mismos, en la mayoría de los casos, quienes se hacen cargo del faltante en elementos de instrumental, medicamentos, descartables, productos de limpieza y de higiene personal. Por ello, desmintieron “la información que se vio en los medios” donde se indica “que el hospital cuenta con aparatología de alta complejidad”.

“Pedimos que se regularice nuestra situación de precariedad. Ninguno acá queremos ser AP, somos trabajadores de la salud”, afirmó Dognolini. Contó que en los turnos de 6 horas atienden entre 25 y 30 pacientes y “no dan abasto”.

Agregó que, quieren “cumplir como debe” y poder ser “contratados por seis meses y a partir de ahí pasar a planta. No queremos cobrar $98 la hora, que es lo que cobramos realmente así sea en feriado o trabajo nocturno. No tenemos ninguna cobertura laboral”, cuestionó.