Con cuatro imputados de peso sentados en el banquillo de los acusados, hoy comienza el juicio oral y público por el crimen del ex líder de la banda de Los Monos, Claudio "Pájaro" Cantero. Tras los alegatos de apertura y el pedido de pena que realizará la fiscal Cristina Herrera, unos 50 testigos desfilarán en la sala de audiencias para dar cuenta del entramado y el contexto en el que fue asesinado el hermano de los dos jefes de la sindicada banda narcocriminal: Ariel "Guille" Cantero y Ramón "Monchi" Machuca (hermano de crianza), quienes están presos a la espera de un juicio oral por el delito de asociación ilícita; otro, por comercialización de estupefacientes, en la Justicia Federal; y por varios homicidios. Serán 12 días de debate y habrá una jornada de reconstrucción, en el lugar del hecho. Además, se conocerán escuchas claves que -según aseguran los acusadores-, comprometen seriamente a los sindicados.

Cantero fue ultimado el domingo 26 de mayo de 2013, cerca de las 6 de la mañana, en el frente del boliche Infinity Night de Villa Gobernador Gálvez. A esa hora, acababa de llegar al lugar con dos amigos, tras haber pasado la noche en Yamper, un local nocturno de Rosario. Según la investigación, la víctima se separó del grupo para orinar, cuando una Ford EcoSport gris oscura frenó, bajó un hombre y disparó más de una docena de balas calibre 9 milímetros. Cantero recibió tres en su cuerpo; mientras que otro proyectil alcanzó a uno de los sus acompañantes, Lisandro Mena, que quedó herido. Siete meses después, Mena fue asesinado a tiros frente al casino.

 

En el juicio se conocerán escuchas clave que -según aseguran los acusadores-, comprometen seriamente a los sindicados.

 

El principal acusado por la muerte de Cantero, en el rol de instigador, es Luis "Pollo" Bassi, que era dueño de otro boliche en Villa Gobernador Gálvez y ex barra de Newell`s. Tras el asesinato de Cantero, la familia Bassi fue diezmada con las ejecuciones de dos hermanos y del padre. En tanto, Milton Damario y Facundo "Macaco" Muñoz serán juzgados como autores materiales del homicidio. Damario carga con otros crímenes en su prontuario. Mientras que un cuarto muchacho, Osvaldo Zalazar, será acusado como proveedor de armas.

Sin embargo, la causa no se limitará a ese hecho puntual, sino que necesariamente deberá abordar la trama criminal que se desató luego de aquella madrugada posterior al feriado del 25 de mayo de 2013. Fue la antesala de una saga de ataques armados en venganza por el crimen del Pájaro. Tras eso, hubo una seguidilla de al menos cuatro muertes. Un día después, fue asesinado el dueño del boliche, Diego Demarre, cuando volvía de Tribunales, donde fue a declarar por la muerte del ex líder narco. El día posterior, le tocó a tres ocupantes de una camioneta: la balacera alcanzó a Marcelo Alomar, Nahuel César y Norma César, a las 17.15 del 28 de mayo de 2013, en Francia y Acevedo.

Por esas horas, la violencia parecía no tener fin. Dos días después del último hecho, el juez Juan Carlos Vienna libró una serie de allanamientos en el marco de otra investigación: por el crimen de Martín "Fantasma" Paz ‑‑ex cuñado del Pájaro‑‑, perpetrado en septiembre de 2012. Es que rápidamente, la Justicia entendió la saga como una cadena de venganzas. De hecho, por los dos crímenes posteriores al de Cantero, están procesados sus hermanos "Guille" y "Monchi", con la hipótesis clara de que ordenaron los asesinatos para vengar la muerte de su hermano. Justamente, la investigación por el homicidio de Paz, derivó en la causa que llevará a juicio a la banda, por el delito de asociación ilícita, causa en la que ya hay 11 condenados en juicio abreviado.

Tras las imputaciones que hizo el fiscal Enrique Paz, su par, Cristina Herrera, avanzó en la recolección de pruebas para ser producidas durante las audiencias. Así, hoy expresará ante el tribunal conformado por los jueces Julio Kesuani, María Isabel Más Varela e Ismael Manfrín, los elementos que reunió para buscar que los acusados sean condenados. Los delitos por los que serán juzgados, "homicidio calificado por el uso de arma de fuego, doblemente agravado por la alevosía y concurso premeditado de dos o más personas, en concurso real con lesiones graves calificadas", tienen la pena máxima más gravosa del Código Penal.