Tres balcones de un edificio ubicado frente al mar en Villa Gesell se desplomaron por completo ayer por la mañana y milagrosamente no hubo heridos. Policías y bomberos trabajan en el lugar de los hechos para tomar evidencias y remover los escombros. El incidente volvió a poner en agenda la falta de mantenimiento de edificios e inmuebles en zonas turísticas.

Pudo ser una tragedia, pero de milagro no lo fue. Los tres balcones del edificio sobre la avenida Costanera, entre Buenos Aires y la 301, se cayeron por completo a media mañana en medio de un fuerte temporal sin que se registraran heridos.

Las imágenes de los balcones borrados completamente de la fachada del edificio “Gufi Yiyo”, con los escombros desparramados por el piso, trajeron nuevamente la preocupación por la falta de mantenimiento de los edificios de las localidades balnearias.

En diciembre de 2018, un incidente similar sacudió a la ciudad de Mar del Plata. Varios balcones de un edificio ubicado en Punta Mogotes se desplomaron y mataron a una mujer y su hija que justo estaban en esa vereda.

La investigación para aclarar las razones del derrumbe y determinar responsabilidades quedó en manos del fiscal Juan Pablo Calderón, titular de Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada 4 de Pinamar.

Después del derrumbe, se evacuaron los departamentos del edificio y se clausuraron los balcones del resto del complejo. Según contaron los testigos, el balcón más alto del edificio de 6 metros de altura se vino abajo y genero un efecto dominó sobre los otros dos, del primer y segundo piso.

Policía Científica y Bomberos trabajan en el edificio para realizar las pericias e informes técnicos. El municipio deberá establecer si hubo responsabilidad de la empresa constructora.